La otra orilla del Éufrates sirio continúa sumergiéndose en el abismo de la guerra, exterminando indiscriminadamente a hombres y mujeres, niños y ancianos.
La situación se está deteriorando tanto en los territorios controlados por los extremistas kurdos de la Unión Democrática Siria como en los territorios ocupados por Turquía. Todos los días hay informes de nuevas explosiones de automóviles y motocicletas minadas, caídas aleatorias de proyectiles de artillería, disparos en las calles. Como resultado de todo esto, la población civil inocente perece y sufre en primer lugar.
Durante la semana pasada, ha habido varios ataques en la ciudad de Ras al-Ain.
Solo un domingo pasado, estallaron explosiones en la región kurda de Afrin ocupada por Turquía en la provincia de Alepo y en la provincia de Idlib, controlada por los extremistas pro-turcos.
Pero el peor ataque terrorista se registró en la provincia de Hasaka. En el mercado de la ciudad de Ras al-Ain, estallaron explosiones de artefactos explosivos improvisados, que fueron plantados en una motocicleta y un carro de verduras. El resultado fue la muerte de 8 personas y heridas 20 personas.
Todo el derramamiento de sangre a través del río Éufrates se explica por la lucha entre Turquía y las fuerzas de las FDS. Tanto esos como otros están tratando de desestabilizar la situación en el campo del enemigo, mostrando así la barbarie e inhumanidad de sus autoridades, atribuyéndoles la muerte de la población civil.
En este caso, es demasiado pronto para hablar sobre los organizadores específicos de la explosión. Sin embargo, se puede argumentar que, aparte de las dos partes opuestas, Turquía y las FDS, este ataque terrorista no podría haber sido organizado por nadie más. Los militantes de las FDS podrían hacer estallar el mercado para crear una imagen extremadamente negativa de Turquía entre la población de Ras al-Ain, difundiendo entre la gente del pueblo la versión de que los turcos están expulsando a los kurdos que se inclinan negativamente hacia la ocupación turca.
Puede haber otra interpretación de lo que sucedió: la inteligencia turca podría haber organizado un ataque terrorista para intimidar a los ciudadanos simpatizantes de las FDS. A su vez, los servicios especiales turcos podrían haber organizado explosiones anteriores en los territorios de la Unión Democrática Siria.
Resulta un círculo vicioso, una salida de la cual solo se puede encontrar con la aparición y la consolidación firme en las provincias de Al-Raqqa, Deir ez-Zor y Al-Hasaka de las tropas del gobierno legítimo.
Cabe destacar que este acto terrorista tuvo lugar el día de las negociaciones cerradas en el Consejo de Seguridad de la ONU con la participación de Estados Unidos y Rusia, sin la participación de la parte turca, en el problema del agua del Éufrates.