Según el periódico, Washington los amenaza con consecuencias «de largo alcance» si continúan cooperando con el proyecto.
Las autoridades estadounidenses han aumentado recientemente la presión sobre los contratistas europeos para la construcción del gasoducto Nord Stream 2 y los amenazan con consecuencias de «gran alcance» si continúan cooperando con el proyecto. Así lo informó el sábado el periódico alemán Die Welt citando fuentes.
Según el periódico, los funcionarios estadounidenses han comenzado a mantener conversaciones bilaterales a través de un enlace de video con representantes de los contratistas Nord Stream-2 de Alemania y otros países europeos. Del lado estadounidense, participaron un total de 12 funcionarios de tres ministerios: el Departamento de Estado, el Ministerio de Finanzas y el Ministerio de Energía.
Las fuentes del periódico señalaron que los representantes de Estados Unidos «dejaron en claro en un tono benevolente que quieren evitar la finalización del gasoducto». Al mismo tiempo, las fuentes calificaron las amenazas de Washington como «muy serias».
La Cámara de Representantes de los Estados Unidos aprobó el martes un proyecto de presupuesto de defensa para el próximo año fiscal (que comenzará en el país el 1 de octubre), que obliga a la administración a endurecer las sanciones en las tuberías Nord Stream 2 y Turkish Stream. Estamos hablando de la imposición de restricciones contra las personas extranjeras, que contribuyen en gran medida a la venta, el alquiler o la provisión de embarcaciones para la colocación de tuberías para la construcción de Nord Stream 2 y Turkish Stream.
El proyecto Nord Stream 2 implica la construcción de dos líneas de un gasoducto con una capacidad total de 55 mil millones de metros cúbicos. m por año desde la costa de Rusia a través del mar Báltico hasta Alemania. Hasta la fecha, Nord Stream 2 tiene un 93% de avance. La interrupción en la implementación del proyecto se debió al hecho de que a fines de diciembre de 2019, debido a las sanciones estadounidenses, la compañía suiza Allseas dejó de trabajar en la construcción del gasoducto y se llevó sus barcos.