Reino Unido perdió la independencia en política exterior : Analista


El analista político británico Carlos Martínez aseguró hoy aquí que el Reino Unido renunció a su independencia en política exterior, a cambio de lograr un acuerdo de libre comercio post-Brexit con Estados Unidos.

Según el experto, la insistencia de Londres en un Brexit duro significa que el país saldrá de la Unión Aduanera y el Mercado Común europeos, y tendrá que depender entonces de un amplio pacto comercial con la nación norteamericana.

Esa dependencia económica trae aparejada una dependencia política y diplomática, afirmó Martínez, en una entrevista vía correo electrónico con Prensa Latina.

Para el analista de ascendencia gallega, el mejor ejemplo de que el actual gobierno conservador británico ‘está priorizando los juegos políticos sobre el sentido económico’ es la reciente exclusión de la empresa china Huawei de la construcción de la red móvil 5G en el Reino Unido.

Se estima que esa decisión le costará siete mil millones de libras esterlinas (unos nueve mil millones de dólares) a la economía británica, y retrasará en al menos dos años la puesta en marcha de esa tecnología de punta, recordó.

En opinión de Martínez, el veto a Huawei no tiene nada que ver con el tema de la seguridad, como afirma Londres, pues otras compañías norteamericanas como Google y Microsoft brindan apoyo tecnológico a varias instituciones oficiales británicas, y tienen acceso a información sensible.

Para el autor del libro The End of the Beginning: Lessons of the Soviet Collapse (El fin del comienzo: Lecciones del colapso soviético), el actual deterioro de las relaciones con Beijing tampoco tiene que ver con Hong Kong, Xinjiang o el nuevo coronavirus, como publica la gran prensa occidental.

La mayor parte de la clase dominante estadounidense acordó desatar una Nueva Guerra Fría contra China, a la que ven como amenaza, y tratan de demorar su crecimiento, y evitar el surgimiento de un sistema multipolar de relaciones internacionales, aseveró.

De acuerdo con el analista, lo mejor sería que el Reino Unido, que durante 40 años mantuvo buenas relaciones con el país asiático, al extremo de que el primer ministro David Cameron y el presidente Xi Jinping las bautizaron como la Era Dorada, se abstuviera de montarse en el carro de esta nueva guerra fría.

Martínez cree, sin embargo, que la fuerza política ascendente dentro del gobierno británico, léase la extrema derecha del Partido Conservador, es muy cercana a Trump, y básicamente ‘Atlanticista’ en su orientación.

Estados Unidos está liderando una escalada muy grave contra China, tratando de socavarla y evitar su crecimiento económico, y eso pudiera ayudar a un sector pequeño de la clase dominante norteamericana, pero para la amplia mayoría de la humanidad sería un desastre, porque lo que el mundo necesita ahora es máxima cooperación para resolver los problemas, remarcó.

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