Venezuela dice que EE.UU. actúa al “estilo de los cowboys del lejano oeste” cuando ofrece una recompensa para dar con el presidente del TSJ venezolano.
“En esta oportunidad irrespetan al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), en la persona de su presidente, Maikel Moreno, mediante falsas acusaciones y la oferta de recompensas al estilo de los cowboys del salvaje y lejano oeste”, ha declarado la Cancillería venezolana.
A través de un comunicado publicado este miércoles, el ministerio de Relaciones Exteriores venezolano ha manifestado que Caracas rechaza una vez más las acciones “ilegales y coercitivas” del Gobierno de EE.UU., presidido por Donald Trump, contra el pueblo y las instituciones constitucionales de Venezuela.
De este modo, la nota diplomática se refiere a la oferta de la Casa Blanca de una recompensa de 5 millones de dólares por información que lleve al arresto de Maikel José Moreno Pérez, presidente de la máxima institución judicial venezolana.
Según el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, el magistrado venezolano había recibido durante los últimos años sobornos en dinero o en especies para influenciar sus decisiones y en el resultado de “casos criminales y civiles” en el país sudamericano
La Cancillería venezolana también denuncia ante la comunidad internacional este caso, pues se trata de una persecución obsesiva de la élite gobernante estadounidense contra el Gobierno y el pueblo venezolanos “fabricada sobre falsas premisas y acusaciones”.
“El Estado venezolano hará respetar las leyes nacionales e internacionales”, destaca el texto del Ministerio de Exteriores y agrega que esta nueva acción de agresión será sumada al expediente contra funcionarios estadounidenses que Venezuela ha elevado ante la Corte Penal Internacional (CPI).
El magistrado Maikel Moreno, quien ya estaba en la lista negra del Tesoro de Estados Unidos desde 2017, ahora forma parte también de las designaciones del Departamento del Tesoro norteamericano por infundadas acusaciones de “corrupción”.
Washington ejerce una política de presiones diplomáticas y de sanciones económicas contra la nación venezolana e incluso ha amenazado con el uso de la opción militar para sacar del poder al presidente Nicolás Maduro, quien representa un obstáculo a sus planes injerencistas.