Los legisladores estadounidenses han encontrado más debilidades en los proyectos de gasoductos de Rusia. Nezavisimaya Gazeta escribe que el Congreso de los Estados Unidos planea sancionar a los organismos que se espera emitan certificados para las tuberías “Nord Stream 2” y “TurkStream”. La amenaza de sanciones se está volviendo más real porque Berlín no tiene ningún plan de respuesta para combatirla.
«Necesitamos esperar a que se apruebe la ley y ver cómo se implementará», dijo Igor Yushkov, un destacado experto de la Universidad Financiera del gobierno ruso. Según él, Alemania y otros grupos de presión están tratando de asegurarse de que la versión final del documento se refiera solo a los trabajos de construcción. «No hay daño en eso porque las sanciones a las actividades de construcción ya existen. Y el hecho de que Gazprom haya enviado sus propios buques al sitio muestra que la compañía está lista para manejar las sanciones siempre que se complete Nord Stream 2», señaló Yuskov.
Sin embargo, si las nuevas restricciones buscan evitar que las tuberías entren en servicio, algunas cosas no dependerán de Gazprom, continuó el experto. «Imagine que Gazprom ha completado la construcción de Nord Stream 2 y ha presentado todos sus documentos a los reguladores alemanes para obtener permiso para poner en servicio el gasoducto. El regulador tendrá que decidir si se guiará por las leyes nacionales o por las sanciones de Estados Unidos. Este es el conflicto legal que critica la canciller alemana Angela Merkel», agregó Yuskov.
«El marco legal estadounidense para las sanciones hace posible imponer restricciones a compañías específicas, pero no es algo obligatorio. Es por eso que los estadounidenses pueden decidir no correr riesgos por temor a presionar demasiado las relaciones con Europa y dando un golpe excesivamente fuerte a Europa», enfatizó Stanislav Mitrakhovich, otro destacado experto de la Universidad Financiera.