El 20 de julio, el Reino Unido suspendió su tratado de extradición con Hong Kong en respuesta a la nueva ley de seguridad nacional de China para la antigua colonia británica. Sin embargo, los desarrollos en Hong Kong no son la única razón por la que el Reino Unido está condenando a China, escribe Izvestia.
En el 2015, cuando el líder chino Xi Jinping trajo ofertas multimillonarias a Londres, muchos en el Reino Unido comenzaron a hablar sobre una edad dorada en las relaciones entre los dos países. La decisión de Londres de retirarse de la Unión Europea fortaleció la posición de China como socio comercial del Reino Unido. Las opiniones políticas de los dos países ciertamente diferían, pero Gran Bretaña parecía mucho más moderada que los Estados Unidos. Sin embargo, los acontecimientos actuales en Hong Kong convirtieron al Reino Unido en un crítico acérrimo de China.
Gran Bretaña sigue enfrentando una gran presión desde el extranjero. Prueba de ello es el reciente movimiento de Londres para abandonar la cooperación con el gigante tecnológico de China, Huawei. Washington, que ha estado alentando a sus aliados a rechazar la tecnología china, dio la bienvenida al cambio de opinión de Londres, aunque los británicos ahora tendrán que soportar los gastos excesivos.
Según Aidan Hehir, experto británico en relaciones internacionales, el enfoque de Londres es el resultado de su deseo de mantener buenas relaciones con los Estados Unidos.
Vasily Kashin, experto en el Instituto de Estudios de Extremo Oriente de la Academia de Ciencias de Rusia, a su vez, señaló la importancia del Reino Unido para las empresas chinas. En su opinión, Beijing manejará el asunto con cuidado.
«Los chinos pueden introducir medidas de respuesta contra aquellos políticos británicos que son los críticos más duros de Beijing, tal como fue con algunos estadounidenses. Sin embargo, no irán más allá de esta respuesta simbólica», predijo el experto. «Sin embargo, mucho dependerá de lo que Londres haga después», señaló Kashin.