El parlamento egipcio aprobó el despliegue de fuerzas armadas en el extranjero para luchar contra «grupos terroristas» y «milicias criminales». La medida se produce en medio de repetidas amenazas de El Cairo para intervenir abiertamente en el conflicto libio.
El despliegue de tropas al «frente occidental estratégico» fue aprobado el lunes por los legisladores del país. Los militares serían utilizados para proteger la seguridad nacional y luchar contra los «grupos terroristas» y las «milicias criminales», dijeron los legisladores en un comunicado.
Más temprano en el día, el presidente Abdel Fatah el-Sisi y su homólogo estadounidense Donald Trump acordaron en una llamada telefónica la necesidad de mantener un alto el fuego en Libia y evitar una escalada entre las fuerzas que luchan allí, dijo la presidencia en El Cairo.
La aprobación del parlamento no dio ningún marco de tiempo ni mencionó explícitamente ningún país en particular donde pudieran desplegarse las tropas. Sin embargo, la situación en el «frente occidental» de Egipto, en Libia, ha sido especialmente explosiva últimamente
El vecino país del norte de África se ha visto envuelto en una guerra perpetua desde que su líder, Muammar Gaddafi, fue derrocado y brutalmente asesinado durante un levantamiento respaldado por la OTAN en 2011. Desde entonces, han surgido dos grandes fuerzas rivales: el Gobierno de Acuerdo Nacional respaldado por la ONU (GNA) en Trípoli y el Ejército Nacional de Libia (LNA) con sede en Tobruk, dirigido por el mariscal de campo Khalifa Haftar.
Si bien el LNA y el GNA han estado encerrados en un enfrentamiento durante meses, la situación comenzó a cambiar después de que Turquía se pusiera del lado del GNA. Ankara firmó acuerdos de seguridad y marítimos con el gobierno con sede en Trípoli el año pasado y desde entonces lo ha respaldado con especialistas militares y hardware.
El apoyo de Turquía ayudó al GNA a alejar a las fuerzas de Haftar de Trípoli, ampliando enormemente su zona de control e incluso amenazando con capturar la ciudad portuaria estratégica de Sirte. La ofensiva del GNA ha enojado a los partidarios extranjeros del LNA, y el Sisi de Egipto incluso está considerando la intervención militar para detener el avance del GNA. Ankara, por su parte, ha instado a todas las potencias extranjeras a que dejen de ayudar al «golpista Haftar», insistiendo en que apoya al gobierno reconocido internacionalmente solo para garantizar la «paz, tranquilidad, seguridad e integridad territorial» de Libia.