La UE contempla nuevas sanciones contra Rusia a raíz de los presuntos ataques de hackers contra el Bundestag

Es probable que la Unión Europea apruebe sanciones contra los rusos presuntamente involucrados en ataques cibernéticos contra el Bundestag en el 2015, dijo el parlamento alemán a Izvestia. A mediados de julio, se informó que el gobierno alemán se había dirigido a la UE el mes pasado con una solicitud para introducir sanciones cibernéticas contra Rusia. El mecanismo de sanciones cibernéticas se aprobó en el 2019 y está previsto que permanezca vigente hasta al menos el 2021, aunque todavía no se ha utilizado. Las restricciones contra los presuntos piratas informáticos incluyen imponer prohibiciones de entrada a la UE y congelar sus activos.

Hasta el momento, no está claro cuándo la UE planea discutir la introducción de sanciones cibernéticas contra Rusia. La Comisión Europea dijo a Izvestia que los miembros de la UE tienen el derecho de ofrecer el uso de este mecanismo. Más tarde, este asunto sería debatido por el Consejo de la UE hasta llegar a un consenso total.

La Misión de Rusia ante la UE compartió su postura sobre las posibles sanciones en una declaración a Izvestia. «El lanzamiento de un mecanismo como las sanciones internacionales es prerrogativa exclusiva del Consejo de Seguridad de la ONU. Cualquier medida restrictiva introducida por estados u organizaciones separadas, incluida la Unión Europea, es ilegítima desde el principio», dijo la misión.

El mecanismo de las sanciones cibernéticas de la UE es bastante nuevo, y los europeos lo consideran una medida adecuada que puede enviar un fuerte mensaje político y, al mismo tiempo, castigar a ciertas personas acusadas de los ataques cibernéticos, dijo al periódico el Director del Programa del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia ( RIAC) y el Club de discusión de Valdai, Iván Timofeev. Señaló que Rusia proporcionaría una respuesta simétrica si se introducen tales sanciones. A pesar de la naturaleza simbólica del mecanismo de sanciones, este movimiento podría dañar las relaciones entre Moscú, Berlín y Bruselas, concluyó Timofeev.

Fuente