París, Berlín y Roma han instado a las potencias extranjeras a respetar el embargo de armas del Consejo de Seguridad de la ONU a Libia o enfrentar repercusiones, en una declaración conjunta emitida por los líderes de la UE.
«Estamos listos para considerar el posible uso de sanciones en caso de que continúen los incumplimientos del embargo en el mar, en tierra o en el aire», advirtieron el presidente de Francia, Emmanuel Macron, la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte.
Libia, rica en petróleo, ha estado en crisis desde 2011, cuando una campaña de bombardeos de la OTAN derrocó al líder de mucho tiempo Muammar Gaddafi, y el país ahora está siendo dirigido por dos gobiernos rivales.
En los últimos meses, Turquía ha estado apoyando activamente al Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA), que está luchando contra el Ejército Nacional de Libia (LNA) de Khalifa Haftar por el control del país.
Las relaciones entre Turquía y Francia, su aliado de la OTAN, han sido tensas, luego de que París acusó el mes pasado a la Marina turca de actuar agresivamente y de evitar que un barco francés que aplica el embargo inspeccione un carguero en el Mediterráneo.