La OSCE sacudida por crisis de liderazgo

De un solo golpe, las instituciones clave de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) han sido decapitadas. Para fines de esta semana, se quedarán sin sus jefes, informa Kommersant, y agrega que este período de transición puede durar casi seis meses. Los mandatos del Secretario General de la OSCE, Thomas Greminger, del Director de la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos (OIDDH), Ingibjorg Solrun Gisladottir, del Alto Comisionado de la OSCE para las Minorías Nacionales, Lamberto Zannier y del Representante de la OSCE para la Libertad de los Medios, Harlem Desir no se han prolongado debido a quejas hechas por algunos estados miembros de la OSCE, que desencadenaron una disputa diplomática detrás de escena. Como resultado de esto, la organización se ha visto envuelta en una profunda crisis. Sin embargo, esta situación puede ser beneficiosa para Rusia y otros estados postsoviéticos, sugiere Kommersant.

Las instituciones de la OSCE permanecerán sin líderes hasta la próxima sesión ministerial en Tirana. Los albaneses ya han lanzado el proceso para seleccionar candidatos para las cuatro principales oficinas de la OSCE. Los países pueden presentar sus candidatos hasta el 18 de septiembre. Mientras tanto, los subdirectores de las instituciones mencionadas serán nombrados jefes en funciones. Sin embargo, solo tratarán asuntos técnicos, incapaces de proporcionar declaraciones políticas. No está claro cómo la falta de liderazgo de la OSCE afectará las áreas prácticas del trabajo de la organización, que incluye observar las elecciones y monitorear la situación de seguridad en Ucrania y en el Donbass.

Una fuente diplomática dentro de una de las delegaciones que representa a uno de los países de la CEI (Comunidad de Estados Independientes) dijo a Kommersant que «la crisis actual puede desencadenar una revisión de la organización desde hace mucho tiempo, es decir, de sus recursos humanos e ideas».

En un escenario optimista, durante los próximos meses, los estados de la OSCE podrán encontrar reemplazos para los funcionarios salientes, centrándose en los candidatos de los estados de la CEI. Sin embargo, también es posible un escenario pesimista, y las disputas sobre el futuro liderazgo pueden dar un golpe final a la organización que ha estado atravesando una crisis de identidad durante un tiempo, sugiere el periódico.

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