Estados Unidos está tratando de ejercer presión sobre los acreedores europeos del proyecto “Nord Stream 2”, amenazando con imponerles sanciones retroactivas. El Secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, exigió que Shell, Engie, Uniper, Wintershall y OMV se vayan de inmediato o de lo contrario todos sus activos en Estados Unidos se congelarán. Las nuevas amenazas se producen en medio de los esfuerzos acelerados de Gazprom para completar el proyecto. Sin embargo, aún no está claro cómo las compañías, que asignaron 4,7 mil millones de euros para el “Nord Stream 2” en préstamos, podrían evitar sanciones, escribe el diario de negocios Kommersant.
En el 2017, cuando Rex Tillerson dirigió el Departamento de Estado de EE.UU., decidió no imponer la Ley de Contrarrestar a los Adversarios a través de Sanciones (CAATSA) contra el “Nord Stream 2” porque la implementación del proyecto había comenzado antes de que se adoptara esta legislación. El socio gerente de la oficina de Pen & Paper en Moscú, Anton Imennov, explicó que Trump había facultado al Departamento del Tesoro con el derecho de imponer sanciones a través del CAATSA después de la coordinación con el Departamento de Estado. «Ahora Estados Unidos se ha quedado sin medios para detener la construcción de “Nord Stream 2” y es por eso que Mike Pompeo tuvo que eliminar de inmediato la cláusula sobre la aplicación de la Sección 232 de CAATSA», dijo el abogado. Por lo tanto, «estas no son sanciones nuevas, sino antiguas y olvidadas».
La Sección 232 dice que las sanciones se dirigen a las empresas, que participan deliberadamente en la construcción de oleoductos de exportación de energía rusos, proporcionen inversiones o suministren bienes, servicios y tecnologías por valor de más de $ 1 millón en una sola transacción o $ 5 millones en un período de 12 meses. Se podría dar un gran golpe a cinco empresas europeas que patrocinan el “Nord Stream 2”: Shell, Engie, Uniper, Wintershall y OMV. Fuentes de estas compañías dijeron anteriormente que en caso de una amenaza real de sanciones se verían obligados a irse. Sin embargo, la gerencia de todos los participantes dijo que las inversiones clave en el proyecto ya habían sido proporcionadas.
En esta situación, no está claro qué quiere Estados Unidos de los socios de Gazprom. La aplicación de sanciones retroactivas sería un paso sin precedentes y, en teoría, estas empresas europeas podrían exigir a Gazprom que devuelva los préstamos y anunciar públicamente planes para detener la implementación del “Nord Stream 2”. En este caso, las posiciones políticas del proyecto se debilitarán ya que ya no se será europeo, sin embargo, la compañía todavía tiene la oportunidad de completar la construcción, según el periódico.