Las autoridades de los Estados Unidos expresaron el jueves su decepción por el veredicto de un tribunal europeo que anuló el acuerdo sobre la transferencia de datos personales electrónicos entre la UE y los Estados Unidos.
«Si bien el Departamento de Comercio está profundamente decepcionado de que el tribunal parezca haber revocado una decisión competente de la Comisión Europea <…>, continuamos estudiando esta decisión para comprender completamente su impacto práctico», dijo el Secretario de Comercio de los Estados Unidos, Wilbur Ross que es citado por el servicio de prensa del departamento encabezado por él.
Al mismo tiempo, el ministro hizo hincapié en que Washington sigue «en estrecho contacto» con las autoridades de la UE sobre este tema. «[Esperamos] poder limitar los impactos negativos en las relaciones económicas transatlánticas <…> que son tan importantes para nuestros ciudadanos, empresas y gobiernos. Los flujos de datos son importantes no solo para las empresas de tecnología, sino también para las empresas de todos los tamaños en todos los sectores [económicos]. A medida que nuestras economías continúan su recuperación [de los efectos de] la pandemia, es imperativo que las empresas <…> puedan transferir datos sin interrupción», agregó Ross.
El Tribunal de Justicia canceló el jueves el acuerdo entre la UE y los EE.UU. del 2016 debido a la protección insuficiente de los datos personales electrónicos de la transferencia de operadores de redes sociales a los servicios especiales estadounidenses. La decisión del tribunal establece que este acuerdo crea condiciones para la violación de los derechos fundamentales de los ciudadanos europeos. Hace hincapié en que en los Estados Unidos, el acceso de las agencias gubernamentales a dicha información está limitado en mucho menor medida que en los países de la UE.
El acuerdo regula la transferencia de cualquier información sobre ciudadanos de la Unión Europea y los Estados Unidos, incluidas las credenciales completas y el contenido de los perfiles de usuario de las redes sociales, entre servidores en la UE y los Estados Unidos, que en realidad están sujetos a diferentes regulaciones nacionales sobre acceso a la información personal.
En este sentido, en el 2019, el activista austríaco Max Schrems inició una demanda y un movimiento social bajo el lema «No es su asunto» contra la transferencia de datos personales por la red social Facebook a los servicios de inteligencia de los Estados Unidos, que recurren a la vigilancia masiva de los usuarios. La demanda inicial se presentó en Irlanda, donde se registran los servicios europeos de Facebook, y luego los procedimientos fueron al Tribunal de Justicia de la UE.