Siria no estuvo de acuerdo con el informe de la Comisión Independiente de las Naciones Unidas para la Investigación de Violaciones de los Derechos Humanos en Siria, ya que utiliza hechos recopilados de las redes sociales y fuentes de grupos terroristas, cuyas acciones llevaron al derramamiento de sangre en el país.
Husam al-Din Alaa, Representante Permanente de Siria ante la Oficina de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales en Ginebra, en una reunión del Consejo de Derechos Humanos para discutir el informe de la Comisión sobre la situación en la provincia de Idlib y las áreas vecinas, enfatizó que el nuevo informe no es diferente de los anteriores, mientras en él se guarda silencio sobre el apoyo al terrorismo desde el exterior, así como sobre la ocupación de partes del territorio sirio a manos de Turquía y los Estados Unidos y sobre las medidas coercitivas unilaterales destinadas a intensificar el sufrimiento del pueblo sirio debido a su posición patriótica constante en apoyo del gobierno.
Las operaciones de las fuerzas gubernamentales en Idlib y otras regiones tienen como objetivo combatir el terrorismo y liberar a sus residentes de las pandillas reconocidas por el Consejo de Seguridad como organizaciones terroristas asociadas con Daesh y Al-Qaeda.
Las acciones antiterroristas continúan, basadas en el deber patriótico de proteger a Siria por parte de sus ciudadanos y la integridad de su territorio, subrayó el representante permanente.
Según él, la reciente y persistente demanda de los países occidentales en el Consejo de Seguridad de entregar ayuda humanitaria a áreas donde los grupos terroristas están presentes a través de puntos fronterizos ilegales confirma una vez más la politización de sus acciones. El gobierno sirio se compromete a satisfacer las necesidades humanitarias de sus ciudadanos en todo el país y a facilitar la entrega de ayuda dentro de Siria a través de puntos de control oficiales de acuerdo con las decisiones que rigen el trabajo de las agencias humanitarias de la ONU.
El embajador Alaa señaló que el pueblo sirio sufre sanciones económicas y bloqueos, y los funcionarios estadounidenses reconocen el empeoramiento de la crisis en el país y el empobrecimiento de los sirios debido a la Ley del César adoptada y el saqueo de los recursos petroleros y los cultivos de Siria por parte de Turquía. Esto se oculta en los informes de la comisión, que se ha convertido en una plataforma para cumplir los objetivos de los Estados Unidos y los países occidentales, que continúan utilizando información falsa para desacreditar al gobierno sirio.
En conclusión, Alaa confirmó que el grado de desinformación en los informes de la comisión confirma la correcta posición de Siria en el rechazo de esta estructura.