Cinco años después, Irán no ve ninguna razón para mantener el acuerdo nuclear

Este 15 de julio se cumplen cinco años desde que Irán, Rusia, China, Francia, Alemania, el Reino Unido y los Estados Unidos firmaron el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA), que limitó el desarrollo del programa nuclear de Irán a cambio de la eliminación gradual sobre las sanciones impuestas al país por el Consejo de Seguridad de la ONU.

Moscú cree que no sería razonable enmendar el JCPOA o firmar un nuevo acuerdo, dijo el embajador ruso en Teherán Levan Dzhagaryan. «El acuerdo debe entrar en vigor de manera real para que pueda demostrar todo su potencial. Sin embargo, aún no ha sucedido debido a la retirada unilateral de Estados Unidos del JCPOA en mayo del 2018. Estoy seguro de que si Washington se abstuvo de este movimiento no constructivo el plan habría llevado al resultado deseado», enfatizó el embajador, y agregó que Rusia instó a sus» amigos iraníes a ejercer moderación «.

Mientras tanto, el embajador iraní en Moscú, Kazem Jalali, dijo que Teherán no consideraba útil mantener el JCPOA. Según el enviado, se suponía que el acuerdo sería beneficioso para todas las partes, pero dado el movimiento de Estados Unidos para socavar el acuerdo, no hay ningún beneficio a la vista. Una reunión entre los participantes restantes parece necesaria en tal situación, pero aún no se ha llegado a un acuerdo al respecto, señaló Jalali.

Aunque el JCPOA ha estado en un estado de letargo durante dos años, el mecanismo continúa operando de jure. El llamado embargo de armas expirará en octubre y se levantarán las restricciones a la compra y venta de armas por parte de Irán. Andrey Baklitsky, analista del Instituto de Estudios Internacionales del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú, cree que la medida para extender o poner fin al embargo tiene un significado más simbólico, pero le dará a cada una de las partes la oportunidad de ganar puntos políticos.

El comentarista político explicó que era crucial para Irán mostrar su capacidad para alcanzar los objetivos de política exterior y resistir la presión de Estados Unidos. En cuanto a Washington, busca demostrar que Irán no obtendrá ninguna ventaja. Sin embargo, la situación se complica por las próximas elecciones presidenciales que tendrán lugar en los Estados Unidos en noviembre del 2020 y en Irán en el 2021.

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