La administración del presidente Donald Trump no está tomando a China en serio sobre el desarme nuclear, haciendo declaraciones burlonas en un intento de cambiar la posición de Beijing, dijo Thomas Countryman, ex subsecretario de Estado de Estados Unidos y actual jefe de la Asociación de Control de Armas.
La semana pasada, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China anunció que el país estaba listo para unirse a las conversaciones trilaterales de desarme con Estados Unidos y Rusia, pero solo si Estados Unidos acordó reducir su arsenal nuclear al nivel de China. En respuesta, el Departamento de Estado de los Estados Unidos dijo que agradecían la disposición de China para las negociaciones e invitarían a la delegación china a consultar con la Federación Rusa en Viena sobre este tema.
En Beijing, se recordó que estaba en contra de las negociaciones tripartitas. Pidieron a Estados Unidos que extienda el tratado Start-3 con Rusia y reduzca su importante arsenal nuclear para «crear condiciones para la participación de otros estados nucleares en las negociaciones sobre desarme nuclear».
«El control de armas nucleares es un trabajo serio. No debe ser objeto de declaraciones burlonas que pretenden tener un efecto político interno o que parecen estar diseñadas para avergonzar de algún otro modo a otro estado y obligarlo a cambiar su posición», dijo a RIA Novosti Countryman.
Recordó que China siempre estuvo lista para participar en las discusiones sobre el control de armas nucleares en el formato P5 (cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU), pero no vio ninguna razón para entrar en un formato trilateral con Estados Unidos y Rusia, especialmente porque Estados Unidos «no presentó ninguna idea seria para la negociación».
«Parece que nadie en el Departamento de Estado ha leído la declaración china antes de emitir su declaración…Nadie en la administración Trump está listo para discutir la posibilidad de reducir el arsenal de los Estados Unidos al tamaño del arsenal chino», agregó el experto.
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, expresó previamente una posición similar sobre las declaraciones de la administración Trump. Llamó descortés y no diplomático a las formas en que Estados Unidos intenta atraer a China a las conversaciones de estabilidad estratégica.