Un alto funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní criticó una campaña de «desinformación» que busca avivar los temores sobre los impactos de un posible acuerdo entre Irán y China.
En declaraciones publicadas el sábado, Reza Zabib, asistente de un ministro de Relaciones Exteriores para Asia del Sur, desestimó «las cifras hipotéticas» informadas en los medios sobre la Asociación Estratégica Integral Irán-China, diciendo que aún no se ha finalizado el acuerdo.
«El objetivo de quienes difunden esta desinformación es destruir las relaciones (bilaterales), evitar la firma del acuerdo y acumular acusaciones sobre el gobierno y el sistema (iraní)», dijo Zabib en una entrevista con el diario persa Shargh.
El experimentado diplomático iraní también dijo que el alarmismo sobre el acuerdo es un intento de ciertos elementos políticos dentro de Irán de extraer información sobre el acuerdo y obligar al gobierno iraní a revelar más información sobre las conversaciones en curso con China.
Dijo que Irán y China ahora están de acuerdo con al menos el 75 por ciento de los términos de un proyecto de acuerdo propuesto por Irán durante una visita a Beijing el año pasado por el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif.
Zabib dijo que la Asociación Estratégica Integral Irán-China permitirá a los dos países expandir sus lazos en tres campos principales de política, militar y economía.
Dijo que la parte económica del acuerdo cubriría una amplia gama de áreas, incluyendo energía, tecnología e infraestructura.
Los comentarios de Zabib se presentan en el contexto de críticas que sugieren que Irán ha ofrecido importantes descuentos en sus futuras ventas de petróleo a China a cambio de la considerable inversión a largo plazo de Beijing en el país.
Las autoridades iraníes han desestimado las afirmaciones al tiempo que insisten en que el posible acuerdo con China no sería un intento de compensar el fracaso de un acuerdo nuclear de 2015 que involucra a las principales potencias occidentales.
Zabib dijo que China siempre ha sido un socio económico importante para Irán, incluso en los tiempos de las relaciones normales entre Teherán y algunos países occidentales.