La operación de laboratorios estadounidenses en terceros países genera sospechas, aunque este no debería ser el caso, señaló el viernes el vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dimitri Medvedev.
Durante una reunión sobre cooperación internacional para contrarrestar la infección por el COVID-19 y otras epidemias, Medvedev señaló que Rusia aboga por la cooperación internacional durante la investigación de laboratorio.
«Desafortunadamente, no todos se adhieren a la misma posición. Este no es el caso de algunos de nuestros colegas, y me refiero a la posición que toma Estados Unidos cuando trabaja en laboratorios desplegados en ciertos países que nos limitan o incluso son miembros de la Unión Económica Euroasiática», subrayó el vicepresidente.
«En cualquier caso, tal actividad puede incluso ser beneficiosa, pero no debe levantar sospechas», dijo Medvedev. «Desafortunadamente, tales sospechas surgen en el mundo moderno».
Anteriormente, Moscú expresó reiteradamente su preocupación por los laboratorios biológicos de EE.UU. en Georgia y Ucrania. El Representante Permanente de Rusia ante la OSCE, Alexander Lukashevich, señaló la falta de transparencia en estas empresas, incluidas aquellas, sobre las cuales las autoridades de Ucrania y Georgia solo tienen un control limitado. El diplomático recordó las filtraciones en los medios de comunicación, sugiriendo que estos laboratorios, bajo el pretexto de luchar contra las enfermedades infecciosas, realizan experimentos clasificados con agentes patógenos altamente peligrosos, incluyendo agentes causales de peste y fiebres hemorrágicas.