Rusia se reserva el derecho de tomar las medidas apropiadas en respuesta a las sanciones británicas, dijo el diplomático en la sesión informativa.
Las sanciones del Reino Unido impuestas a los ciudadanos rusos en el marco del caso Sergei Magnitsky se están entrometiendo en los asuntos internos de Rusia, dijo el jueves la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Maria Zakharova.
«Vemos como un movimiento hostil de las autoridades británicas la decisión de imponer sanciones contra ciertos funcionarios de nuestro país en el marco del llamado caso Magnitsky, anunciado por el gobierno del país el 6 de julio», dijo. «La acción del lado británico no puede llamarse de otra manera que un intento de entrometerse en los asuntos internos de otro estado y presionar al sistema de justicia ruso», enfatizó Zakharova.
«El principio de reciprocidad es uno de los principios clave en lo que respecta a las relaciones entre países. Es por eso que nos reservamos el derecho de tomar las medidas de represalia apropiadas e instamos a Londres a abandonar el lenguaje de las acusaciones infundadas, optando por un diálogo civilizado sobre el problemas y preocupaciones que tenemos «, agregó Zakharova.
El 6 de julio, el Secretario de Estado de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Dominic Raab, anunció la llamada «Enmienda Magnitsky» a la Ley de Sanciones y Antilavado de Dinero. Fue adoptado por la Cámara de los Comunes en mayo de 2018, y se suponía que entraría en vigencia inmediatamente después de la retirada del Reino Unido de la Unión Europea. La enmienda lleva el nombre del abogado de Hermitage Capital Sergei Magnitsky, quien murió en 2009 en el centro de detención de Matrosskaya Tishina. London cree que las personas en la lista de sanciones estuvieron involucradas en su tortura y muerte.
Entre estas 25 personas se encuentran el jefe del Comité de Investigación de Rusia, Alexander Bastrykin, el Fiscal General Adjunto Viktor Grin, el ex Viceministro del Interior Alexei Anichin, jueces, investigadores y funcionarios del Ministerio del Interior. Estas personas tienen prohibido ingresar al Reino Unido, así como hacer negocios tanto en ese país como con intermediarios británicos. Aparte de eso, sus activos en el Reino Unido, si los hay, serán congelados.