China dice que sus relaciones con Estados Unidos enfrentan el desafío más serio desde su establecimiento, e insta a los dos países a enviar más «energía positiva».
«La política actual de Estados Unidos hacia China se basa en juicios estratégicos erróneos que carecen de una base fáctica», dijo el jueves el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, en un foro sobre las relaciones entre China y Estados Unidos a través de un enlace de video.
Wang dijo que algunas personas en los Estados Unidos vieron a China como un «oponente» o incluso un «enemigo» por prejuicios ideológicos, y agregó que esas personas estaban intentando todos los medios para suprimir el desarrollo de China y obstruir la relación entre los dos países.
«China no puede y no se convertirá en otra América», dijo, y subrayó que Beijing mantuvo un alto grado de estabilidad y continuidad en su política hacia Washington.
Wang dijo que Estados Unidos y China deberían explorar conjuntamente formas de convivencia pacífica en lugar de desafiarse mutuamente.
Expresó la esperanza de que Estados Unidos construya una comprensión más objetiva y tranquila de China y formule una política de China más racional y pragmática.
Wang dijo que las relaciones entre Estados Unidos y China necesitaban un «mensaje más positivo», y enfatizó que el desarrollo de los lazos entre los dos no solo se refería a los intereses del pueblo chino y estadounidense, sino que también importaba mucho para el futuro del mundo y la humanidad.
También dijo que intentar más diálogo, separar diferentes temas y dejar a un lado las áreas de mayor desacuerdo ayudaría a poner las relaciones bilaterales en el camino correcto.
Washington y Pekín han estado en desacuerdo sobre una serie de cuestiones.
Desde que estalló la epidemia de coronavirus en la ciudad china de Wuhan a fines de diciembre del año pasado, Beijing y Washington se han enfrentado por los orígenes del virus. Más recientemente, Estados Unidos y China se han enfrentado por Hong Kong, Taiwán y el Mar del Sur de China. Los dos países también han estado involucrados en una guerra comercial por cuestiones como la seguridad cibernética, la propiedad intelectual desde 2018.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, sugirió recientemente que su administración podría perseguir un «desacoplamiento completo» de Beijing, en lo que parecía ser una amenaza no provocada.