Estados Unidos y China han realizado simultáneamente ejercicios militares a gran escala en el Mar del Sur de China. El ejercicio estadounidense involucró al USS “Ronald Reagan” y al “USS Nimitz”. El Ministerio de Relaciones Exteriores de China acusó a Washington de flexionar sus músculos para obtener el control total de la región y sembrar la discordia entre China y sus vecinos. Para reforzar su retroceso diplomático, Beijing llevó a cabo simulacros navales y de la fuerza aérea. Según los expertos, ninguno de los dos poderes quiere un conflicto directo, pero las hostilidades podrían estallar debido a un malentendido, señaló Nezavisimaya Gazeta.
Ambos países han justificado el despliegue de las principales fuerzas militares en la región estratégicamente importante del mundo citando sus intereses legítimos y el derecho internacional.
El subdirector del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales de la Academia de Ciencias de Rusia, Alexander Lomanov, señaló que «el riesgo de un conflicto existe, lo que es más, sigue aumentando». Según él, el riesgo «es el más alto en el mar, no en tierra». «Taiwán sigue siendo el lugar más peligroso en cuanto a la posibilidad de un conflicto. Si los acontecimientos alrededor de la isla toman un giro desagradable, lo que lleva a la interferencia militar de las fuerzas militares chinas, entonces los estadounidenses pueden decidir que es su deber acudir en ayuda de Taiwán», agregó el experto.
En cuanto al Mar del Sur de China, ambos están jugando un juego para mostrar su posición fundamental. La disputa de Taiwán puede convertirse en una guerra regional, mientras que los conflictos en el mar están llenos de riesgos de accidentes imprevistos. Durante la Guerra Fría, la Unión Soviética y los Estados Unidos aprendieron de la experiencia sobre cómo hacer concesiones mutuas cuando era necesario. La situación es diferente en el Mar del Sur de China porque ambas partes tienen diferentes puntos de vista sobre el estado de las islas artificiales. China los considera parte de su territorio, pero Estados Unidos cree que fueron toamdas ilegalmente. Los estadounidenses buscan llevar sus barcos lo más cerca posible de las islas para demostrar que no son territorio chino. Y a medida que ambos países realizan simulacros al mismo tiempo, las tensiones han comenzado a aumentar, concluyó el experto.