Las tropas militares turcas y los terroristas aliados han interrumpido una vez más el suministro de agua potable a aproximadamente un millón de personas que viven en y alrededor de la ciudad de Hasakah, en el noreste de Siria, al detener una estación de bombeo de agua en la frontera, según un informe.
En una entrevista con la agencia de noticias oficial de Siria, SANA el domingo, el Director General de la Compañía de Agua Hasakah Mahmoud al-Ukla dijo que los soldados turcos y los militantes horneados por Ankara detuvieron la estación de agua de Alouk el sábado por la noche y prohibieron a los trabajadores de la estación ingresar a las instalaciones.
La principal estación de agua se encuentra en las cercanías de la ciudad fronteriza de Ra’s al-Ayn, que las tropas turcas y sus militantes aliados confiscaron en octubre de 2019 durante la llamada Operación Paz de Primavera.
Ukla advirtió que el movimiento inhumano estaba amenazando la vida de los habitantes de la ciudad y sus vecindarios residenciales circundantes en la provincia nororiental de Hasakah
Agregó que el acto criminal se produjo cuando las personas de las áreas afectadas están en la mayor necesidad de agua de la estación de Alouk, la única fuente para garantizarles el agua potable.
Hasta ahora, la estación de agua se ha visto obligada a detenerse varias veces por las tropas turcas invasoras y sus terroristas aliados.
En marzo, el Ministerio de Relaciones Exteriores sirio envió dos cartas idénticas al jefe de las Naciones Unidas y al Consejo de Seguridad de la ONU en protesta por el movimiento inhumano repetido. Señaló en ese momento que las fuerzas militares turcas bombardearon la estación de agua durante su operación militar transfronteriza en octubre pasado, dejándola fuera de servicio.
Además, los funcionarios sirios, en consecuencia, presentaron una sesión informativa al CSNU en febrero, informando al organismo internacional de un corte de agua en Hasakah