Rusia dice que Estados Unidos está adoptando una postura «destructiva» sobre un tratado multilateral de décadas que prohíbe todas las explosiones nucleares al decir abiertamente que no planea ratificarlo.
El martes, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo en un comunicado que el Tratado de Prohibición Completa de Pruebas Nucleares (CTBT) enfrentó serios desafíos y pidió a Washington que reconsidere su posición sobre el pacto.
«Rusia está pidiendo … sobre todo que Estados Unidos reconsidere su posición y ‘dé luz verde’ para transformar este acuerdo más importante desde el punto de vista de la seguridad global en un instrumento legal internacional en pleno funcionamiento», decía la declaración, que fue emitido con motivo del vigésimo aniversario de la ratificación del tratado por parte de Moscú.
El CTBT fue adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 1996, prohibiendo todas las explosiones nucleares en todos los entornos, pero aún no ha entrado en vigor porque varios países no lo han firmado o no lo han ratificado.
Estados Unidos ha firmado el pacto pero hasta ahora se ha negado a ratificarlo. Rusia firmó el tratado en 1996 y lo ratificó cuatro años después. En general, 183 países han firmado el pacto y 166 lo han ratificado.
La declaración rusa también advirtió que Washington tenía la posición más destructiva al declarar oficialmente que no tenía planes de ratificar el CTBT.
Dijo que una vez que el CTBT entrara en vigor podría crear un «escudo contra el desarrollo de armas nucleares, evitando su proliferación».
El año pasado, el histórico Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF) se derrumbó cuando Washington se retiró del acuerdo bilateral de 1987 con Moscú. El INF había prohibido todos los misiles terrestres con un alcance de hasta 5.500 kilómetros.
Otro tratado entre Rusia y los Estados Unidos, el Nuevo START, también está en peligro de colapso.
El nuevo START vence en febrero de 2021, pero se puede extender por otros cinco años por mutuo acuerdo.
Rusia advirtió que otra carrera armamentista sería inevitable si el tratado de 2010 no se renueva.