Rusia está dispuesta a discutir con los Estados Unidos las quejas mutuas de conformidad con los mecanismos del Tratado de Cielos Abiertos, siempre que el diálogo se base en el respeto mutuo, dijo el delegado jefe interino ruso en las negociaciones de Viena sobre seguridad militar y control de armas, Andrei Vorobyov, en la Conferencia Anual de Revisión de Seguridad de la OSCE.
Vorobyov dijo que Rusia lamentaba que la parte estadounidense continuara reiterando acusaciones cliché que supuestamente Rusia violaba el Tratado de Cielos Abiertos.
«Cabe señalar que nosotros también tenemos grandes quejas dirigidas a los Estados Unidos con respecto al cumplimiento del Tratado, que expresamos en voz alta más de una vez en la Comisión Consultiva sobre Cielos Abiertos y en las reuniones bilaterales. Pero Rusia nunca ha dicho como un ultimátum, abandonaría el Tratado de Cielos Abiertos si no se abordaran estos problemas», dijo Vorobyov. «Estamos listos para discutir quejas mutuas de acuerdo con los mecanismos del Tratado, siempre que haya un diálogo equitativo y respetuoso. Sugerimos esperar los resultados de la conferencia de los firmantes del Tratado de Cielos Abiertos, donde tendremos la oportunidad de considerar los aspectos prácticos de su implementación».
El 21 de mayo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró la intención de Washington de retirarse del Tratado de Cielos Abiertos, que permite a los firmantes realizar vuelos sobre los territorios del otro para monitorear la actividad militar. En una declaración escrita, el secretario de Estado de los Estados Unidos, Michael Pompeo, dijo que la decisión entraría en vigencia seis meses después del 22 de mayo. Estados Unidos dijo que las presuntas violaciones del tratado por parte de Rusia fueron la razón de esta medida. Moscú desestimó los cargos y reiteró el cumplimiento del tratado, así como presentó sus propias reconvenciones.
El 6 de julio, una conferencia de firmantes del Tratado de Cielos Abiertos discutirá las perspectivas de este acuerdo internacional a raíz de la intención declarada de los Estados Unidos de renunciar al tratado.