El gobierno alemán, dirigido por la canciller Ángela Merkel, está considerando una respuesta coordinada de la Unión Europea en caso de que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, imponga sanciones adicionales contra los participantes en la construcción del gasoducto “Nord Stream 2”.
El jueves 25 de junio, Bloomberg informó, citando a dos funcionarios alemanes familiarizados con la situación. La agencia estudió un documento interno del Ministerio Federal de Economía y Energía, que establece que las nuevas medidas de Washington podrían afectar a empresas, bancos y organizaciones gubernamentales alemanas y europeas.
Según funcionarios alemanes, la intervención directa de los Estados Unidos en los intereses energéticos de la UE podría conducir a una respuesta colectiva de los países de la UE.
Berlín teme un nuevo declive en las relaciones
El ministro de Economía alemán, Peter Altmayer, cuestionó hace dos semanas la legitimidad de las posibles nuevas medidas de Washington, señalando que su introducción podría conducir a un nuevo declive en las relaciones transatlánticas.
«El gobierno alemán ha creído durante mucho tiempo que las sanciones con consecuencias extraterritoriales son contrarias al derecho internacional y no contribuyen al desarrollo de la cooperación internacional», dijo Altmeier a periodistas en Berlín el 12 de junio. «Esta posición no ha cambiado», agregó.
Sanciones extraterritoriales de EE.UU.
Antes de esto, Michael Harms, Director Ejecutivo del Comité Este para la Economía Alemana, y Klaus Ernst, Presidente del Comité de Economía y Energía del Bundestag, de la facción del Partido de la Izquierda poscomunista “De Linke”, pidieron oposición a la Casa Blanca en una conferencia de prensa conjunta en Berlín.
Según Harms, las sanciones extraterritoriales de los Estados Unidos pueden incluir empresas de 12 países europeos: «Prohibiciones planificadas para ingresar a los Estados Unidos, confiscación de cuentas, negativa a hacer pedidos». Además, agregó, tales sanciones afectarán a las compañías involucradas en la construcción de tuberías de conexión en la República Checa y Alemania.
Klaus Ernst, a su vez, comentó la situación de la siguiente manera: «El objetivo de los Estados Unidos, desde nuestro punto de vista, no es reducir la dependencia de Rusia, sino vender su gas en Europa, y esto será más fácil si desde Rusia se reciba menos gas».
El gasoducto está suspendido
La construcción del “Nord Stream 2” está actualmente suspendida debido a las sanciones estadounidenses que entraron en vigencia en diciembre del 2019 contra contratistas europeos. Proporcionan una prohibición de entrada a los Estados Unidos para los representantes de estas empresas y la congelación de cualquier activo en el país.
El “Nord Stream 2” debe colocarse a lo largo del fondo del Mar Báltico en paralelo con el “Nord Stream” ya existente. Los países a través de las aguas territoriales por los que pasa un nuevo gasoducto (Finlandia, Suecia, Alemania, Dinamarca) han permitido la instalación de tuberías. Estados Unidos y varios estados europeos se oponen a la construcción de un gasoducto. En su opinión, fortalecerá la dependencia de Europa al suministro de gas ruso.