El diputado de la Duma estatal, Vitaly Milonov, recurrió al Procurador General ruso Igor Krasnov con una solicitud para verificar las acciones de la Embajada de los Estados Unidos en Moscú por violación de la ley rusa. La misión diplomática colocó una bandera LGBT en su edificio.
«Esta acción de empleados desconocidos de la misión diplomática estadounidense me sorprendió a mí y a miles de otros rusos en una verdadera conmoción: en el corazón de nuestro país, en el centro de Moscú, se demostró uno de los principales símbolos de propaganda de las relaciones sexuales no tradicionales», escribió el parlamentario en su apelación.
Según Milonov, la acción con la bandera se llevó a cabo no sin el conocimiento del actual embajador de Estados Unidos y el «liderazgo político del país extranjero».
El diputado solicitó a la Procuraduría General de la Federación de Rusia que verifique las acciones de los diplomáticos estadounidenses por violaciones de la ley nacional y preste atención a una posible violación de la ley federal actual sobre la promoción de relaciones sexuales no tradicionales entre menores.
Anteriormente, Milonov calificó el «truco» de la embajada de Estados Unidos como inadmisible y dijo que no era digno de los trabajadores diplomáticos.
Sobre las acciones de los diplomáticos estadounidenses también reaccionaron en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, señala la Agencia Regional de Noticias de la Región de Moscú-RIAMO. En este sentido, los diplomáticos rusos recordaron la canción “El Bimbo”, que es el himno del bar «la Ostra Azul» de la serie «la Academia de Policía». El ente explicó que tal reacción es el apoyo del estado de ánimo en un momento difícil para Estados Unidos.
Un portavoz del presidente ruso Dimitri Peskov, al comentar sobre la situación, dijo que la propaganda de minorías sexuales no tradicionales en Rusia es inaceptable, recuerda el canal 360.
La Embajada de los Estados Unidos explicó que la bandera de las minorías sexuales en junio era por el «mes de orgullo», y los diplomáticos celebraron el hecho de que todos merecen vivir «en un mundo sin odio, prejuicio y persecución, escribe “Vechernaya Moskva”.