La embajada de Ucrania en Belgrado se ofendió por las palabras del ministro de Innovación y Desarrollo Tecnológico de Serbia, Nenad Popovic, de que «quienes se pusieron del lado de los nazis en la Segunda Guerra Mundial ahora se representan a sí mismos como víctimas».
Popovic, entre otras cosas, tenía en mente los banderianos ucranianos. Anticipándose a la participación del presidente serbio Alexander Vučić y el ejército serbio en el Desfile de la Victoria en Moscú, el ministro dijo que su país nunca aceptaría vergonzosos intentos de reescribir la historia y representar a los pueblos serbios y rusos que lucharon contra la agresión nazi y la sufrieron, como agresores.
«En esta ola de falsificación de la historia, aquellos que se pusieron del lado de los nazis en la Segunda Guerra Mundial: los croatas de la Ustashi, los banderianos ucranianos y los ballies albaneses, ahora se representan a sí mismos como víctimas y se convierten en aliados de aquellos que quieren ver a Serbia y Rusia hace 75 años como conquistadas, debilitadas y desgarradas”, enfatizó Popovic.
En respuesta, representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania exigieron que el ministro serbio «no toque la historia de Ucrania».
«Creemos que la declaración del Ministro de Innovación y Desarrollo Tecnológico de Serbia representa una grave interferencia en los asuntos internos de Ucrania, así como una burla de la memoria de más de 8 millones de ciudadanos que Ucrania perdió durante la Segunda Guerra Mundial», dijo la embajada en un comunicado.