El apoyo de los votantes al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se ha ido deslizando lentamente antes de las elecciones presidenciales. Las encuestas a nivel nacional muestran que el contendiente demócrata Joe Biden tiene una ventaja de entre 3% y 14% sobre Trump. Sin embargo, el equipo del presidente en ejercicio no se apresura a hacer sonar las alarmas. Los expertos estadounidenses encuestados por Izvestia explicaron que el escenario del 2016 en el que la gran mayoría de las encuestas de opinión se equivocaron en sus pronósticos podría repetirse nuevamente. Además, los partidarios del ocupante de la Casa Blanca a menudo prefieren guardar silencio sobre su elección política, como durante la campaña anterior. Sin embargo, obviamente el titular republicano ya no es un favorito claro en la carrera contra el ex vicepresidente como antes de la pandemia de coronavirus y las protestas que envolvieron al país. El movimiento Black Lives Matter dominó la agenda de los Estados Unidos durante el último mes y el enfoque de Trump dio un duro golpe a su clasificación.
Mientras tanto, es demasiado pronto para descartar a Trump o incluso despedirlo. Neil Newhouse, cofundador del grupo de expertos Public Opinion Strategies, dijo a Izvestia que no hay duda de que Biden ahora está liderando sobre Trump, pero la carrera aún no está en su apogeo. Los votantes aún no saben mucho sobre Biden, aunque ha estado en política durante más de 30 años. Lo que está sucediendo hoy seguramente será diferente de lo que será en septiembre. Además, es poco probable que las protestas actuales tengan un gran impacto en las actitudes de los votantes hacia Trump, señaló el experto. Está convencido de que algunos votantes prefieren no decirle a los sociólogos que apoyan a Trump. Este fue el caso hace cuatro años y también podría repetirse en la situación actual, señaló.
El experto en el Consejo Atlántico Anders Aslund cree que las situaciones en el 2016 y 2020 son diferentes. Primero, Hillary Clinton fue considerada «la élite», mientras que Joe Biden es visto como un candidato de cuello azul. Además, a muchos no les gustaba la ex rival de Trump, pero esto no es así en el caso del actual candidato demócrata. Mientras tanto, las protestas en todo el país representan una amenaza para el ex vicepresidente, ya que lo arrastran más hacia la izquierda por cuestiones raciales, policiales y sociales. Entonces, no a todos los votantes les gusta eso.