Alemania está conectada políticamente con los Estados Unidos, pero Washington está rompiendo la línea entre la política y la economía.
Esto fue dicho por el experto en energía Stanislav Mitrahovich, al comentar sobre la situación con las intenciones de Estados Unidos de ampliar las sanciones contra el “Nord Stream-2”.
Como News Front informó anteriormente, en diciembre del año pasado, un paquete de sanciones fue arrastrado junto con el presupuesto militar en el Congreso de los Estados Unidos. Tocó empresas directamente involucradas en la construcción. Cuando las medidas punitivas entraron en vigencia, la compañía suiza Allseas, que proporcionó capas de tubería y buques de suministro, abandonó el proyecto. La construcción fue suspendida en la etapa final.
Ahora, se presentó un nuevo proyecto de ley para su consideración por el Senado de los EE.UU. que amplía las medidas punitivas. Los autores del documento fueron los senadores republicanos Ted Cruz, Tom Cotton, Ron Johnson y John Barrazo, así como el representante del Partido Demócrata, Gene Shahin. Según el proyecto de ley, Washington ahora puede incluir en la lista negra a compañías y estructuras que brindan asistencia de seguros en la construcción del gasoducto o apoyo legal para el proyecto.
Según Mitrahovich, cuanto más la administración estadounidense muestre a Alemania «en su lugar», más pronto el gobierno alemán terminará los lazos económicos con los Estados Unidos, en particular en el sector energético. La canciller alemana, Angela Merkel, ha señalado en repetidas ocasiones la importancia del gasoducto para el país, pero Estados Unidos lo ignora y se niega a ceder ante un aliado europeo clave.
El experto reconoció que para Alemania, las tensiones con Estados Unidos también se convertirán en un problema, dados los lazos políticos entre los países. Berlín tendrá una elección difícil e incluso fatídica, aseguró Mitrakhovich.
Al mismo tiempo, cada vez es más evidente que Alemania está cansada de la arrogancia de los Estados Unidos. Dada la importancia de “Nord Stream 2”, esto pone en riesgo medio siglo de cooperación transatlántica.