Los legisladores republicanos en los Estados Unidos están pidiendo sanciones más duras contra Moscú, considerándolo el segundo «oponente más serio de Estados Unidos» después de Beijing. En particular, los legisladores proponen designar a Rusia como un «patrocinador del terrorismo», escribió Izvestia. Según el periódico, la guerra contra el terrorismo se consideró uno de los pocos temas que ayudó a Moscú y Washington a mantener las relaciones bilaterales.
Un informe del Comité de Estudio Republicano, un comité conservador del Congreso, sugiere imponer «las sanciones más duras» contra Rusia, China e Irán, cuyas actividades no fueron controladas durante la administración de Barack Obama. Además, la publicación habla de imponer sanciones a las empresas que apoyan proyectos rusos de petróleo y gas, y restricciones para evitar que los inversores extranjeros compren deuda soberana rusa.
A pesar de las diferencias significativas, Estados Unidos y Rusia siguieron siendo socios en la lucha contra el terrorismo, escribió Izvestia. Victoria Zhuravleva, quien dirige el Centro de Estudios de América del Norte del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales-IMEMO, dijo al periódico que la agenda de Estados Unidos y Rusia se limitaba a temas de seguridad, por lo que Moscú utilizó la guerra contra el terrorismo como una oportunidad para mantener las relaciones bilaterales. La experta señaló que en realidad Moscú y Washington están en lados opuestos en esta lucha. «Tomemos a Siria, por ejemplo, los estadounidenses nombran a algunos grupos como terroristas, mientras que Rusia etiqueta a otros», señaló.
Zhuravlyova cree que el informe es el resultado de la lucha política interna en los Estados Unidos y las próximas elecciones presidenciales, así como las elecciones a ambas cámaras del Congreso.
Alexey Davydov, investigador del Centro de Estudios de Oriente Medio del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales-IMEMO, cree que el informe también podría guiarse por intereses económicos. «Rusia y los Estados Unidos compiten en gran medida en dos campos: la energía y el comercio de armas. Decir que Rusia es un patrocinador del terrorismo puede, por ejemplo, posteriormente impedir la cooperación militar-técnica de Moscú con terceros países, así como cortar a Rusia de la cooperación en la industria energética con el mercado asiático y Europa», dijo el experto al periódico.