El ejército árabe sirio con escolta aérea de los drones de Rusia lanza una ofensiva contra los terroristas


Las fuerzas sirias bombardearon blancos terroristas en el oeste y el noroeste del país, mientras drones rusos les proveían cobertura aérea, según OSDH.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) informó el sábado que las fuerzas sirias, desplegadas en puestos de observaciones en la aldea de Rabia en las afueras de la ciudad de Latakia (oeste), bombardearon rutas de suministro de los extremistas takfiríes.

De igual modo, lanzaron proyectiles contra las posiciones de los terroristas en la región montañosa de Yabal al-Turkman, ubicada en la parte norteña de la provincia homónima de Latakia, añade el ente opositor sirio, con sede en el Reino Unido.

Blancos terroristas en varias aldeas de la provincia de Idlib (noroeste) también fueron pulverizados por la artillería del Ejército sirio, mientras aviones no tripulados rusos (drones) de reconocimiento sobrevolaban la zona, se lee en un informe del OSDH.

Grupos armados desplegados en distintas aldeas de la provincia de Hama (centro-oeste) tampoco salieron ilesos del fuego de las fuerzas sirias, de acuerdo con el llamado Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

La batalla antiterrorista del Ejército sirio, con el apoyo de sus aliados, Rusia incluida, ha entrado en una nueva fase, que incluye como objetivos a los terroristas de EIIL (Daesh, en árabe), que circulan a sus anchas en las zonas orientales del país, donde están presentes también las fuerzas de la llamada coalición anti-EIIL, liderada por Estados Unidos .

La crisis en Siria, iniciada en marzo de 2011, se está convirtiendo en una de las más duraderas a raíz del apoyo multilateral que les brindan ciertos países regionales y occidentales a las bandas terroristas. Distintos países, con EE.UU. a la cabeza, se están aprovechando de la situación caótica para robar el petróleo sirio, valiéndose de la excusa de la lucha antiterrorista.

No obstante, pese a todos los complots, el Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad, confiando en su propio pueblo y el apoyo de sus aliados, está recuperando cada vez más tierras de los ultraviolentos. Las autoridades sirias y rusas coinciden en que la expulsión de los terroristas del país árabe es solo cuestión de tiempo.

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