El establishment estadounidense está haciendo todo lo posible para evitar la finalización del proyecto “Nord Stream 2”. Parece que “Gazprom” ya ha dado un paso importante al comprar el tendedor de tubería “Akademik Chersky”, pero EE.UU. no tiene intención de rendirse.
Así, los Estados anunciaron otro paquete de sanciones contra las compañías de seguros involucradas en la implementación de “Nord Stream 2”. Sin embargo, incluso los títeres europeos estadounidenses son propensos al hecho de que este paso de los Estados Unidos no dará los resultados deseados.
El experto en energía polaco Mateusz Kubiak recordó que Rusia tiene sus propias compañías de seguros que se ocupan de los riesgos en la realización de obras de construcción en aguas profundas. Hizo hincapié en que el “Chersky” estaba asegurado por un fondo así.
En este sentido, Kubiak propuso otra forma de evitar el lanzamiento de “Nord Stream 2”. Según él, se debe presionar a las empresas que brindan servicios de certificación de gasoductos. El politólogo señaló que en esta etapa, Rusia ha concluido un acuerdo para dicho servicio con la sociedad noruega “Det Norske Veritas” (DNV). El polaco está seguro de que esta gran empresa internacional no puede correr el riesgo de caer bajo las restricciones estadounidenses y rechazará el lado ruso.
“Una organización independiente debería desempeñar este papel. Si los rusos deciden certificar el cumplimiento por su cuenta, el resultado de dicha certificación puede ser cuestionado”, dijo el experto.
De hecho, el 65% de todas las tuberías submarinas están diseñadas y construidas de acuerdo con los estándares técnicos de DNV. La organización es una de las compañías más grandes del mundo, pero no es la única en el mercado. Y esto significa que también en este caso, “Gazprom” tiene todas las posibilidades de completar y lanzar el “Nord Stream 2” lo antes posible.
En cuanto a la reputación de DNV, se dañará gravemente su liderazgo siguiéndole la corriente a Estados Unidos. Además, una empresa independiente debe certificar la tubería, y no los EE.UU.
Anton Orlovsky