El anuncio se produce en medio del auge del nacionalismo tecnológico en Estados Unidos y la guerra comercial en curso con China, que experimentó un aumento en las tensiones en mayo después de que la administración Trump extendió las medidas proteccionistas sobre las presuntas preocupaciones de seguridad de Washington sobre las compañías tecnológicas chinas.
Los legisladores estadounidenses presentaron un proyecto de ley el miércoles para respaldar a los fabricantes nacionales de semiconductores con $ 22.8 mil millones en fondos en medio de la guerra comercial en curso en China, informó Reuters.
El proyecto de ley recibió apoyo bipartidista y fue presentado por los senadores John Cornyn [R-TX] y Mark Warner [D-VA].
La propuesta proporcionaría reembolsos del 40% del crédito tributario por ingresos para equipos de semiconductores, así como $ 10 mil millones en subsidios federales para fábricas
Según el proyecto de ley, se proporcionarían otros $ 12 mil millones en fondos para investigación y desarrollo.
La legislación también autorizaría al Departamento de Defensa a utilizar fondos bajo la Ley de Producción de Defensa de 1950 para «establecer y mejorar la capacidad de producción de semiconductores domésticos».
Pero Taiwan Semiconductor Manufacturing Company, con sede en Hsinchu, y otros fabricantes de chips producen más de la mitad de todos los chips fabricados por contrato para los EE. UU. Y tienen una mayor participación de mercado para modelos más avanzados.
Según los informes, gigantes tecnológicos como Apple, Qualcomm Inc y Nvidia Corp confían en TSMC y fabricantes de chips asiáticos.
La noticia llega después de que el fabricante de chips de Taiwán anunciara planes para construir una fábrica de plantas de $ 12 mil millones en Arizona el mes pasado después de que la administración Trump extendió la prohibición de Huawei, ZTE y más de 70 empresas tecnológicas chinas incluidas en una Lista de Entidades en mayo del año pasado.
TSMC respondió deteniendo todos los nuevos pedidos de Huawei Technologies antes de que la prohibición entrara en vigor en septiembre de este año. Pero un fabricante chino clave de chips en China continental comenzó a producir procesadores en masa para Honor, la subsidiaria de Huawei, impulsando la industria nacional de semiconductores de China y reduciendo la dependencia de los fabricantes de chips taiwaneses en medio de la guerra comercial en curso.
Washington ha acusado habitualmente a las empresas tecnológicas chinas de ser utilizadas para espiar a Pekín, sin citar pruebas o proporcionar informes, que tanto Huawei como funcionarios chinos han criticado como falsos.