Venezuela censura las nuevas agresiones criminales de EE.UU. contra su economía por impedir la importación de insumos en medio de la pandemia de COVID-19.
“Más pruebas concretas de la agresión criminal de Washington. Atacan el corazón de la economía venezolana para impedir que el país perciba ingresos para importar alimentos, medicamentos, tratamientos e insumos”, fustigó el martes el canciller venezolano, Jorge Arreaza.
A través de un mensaje publicado en su cuenta de la red social Twitter, Arreaza compartió un informe de la agencia británica de noticias Reuters, en el que se desvela que dos tanqueros extranjeros que venían a Venezuela a cargar petróleo debieron regresar a sus puertos ante las amenazas de sanción por parte de EE.UU.
“Washington está considerando imponer sanciones a barcos que hayan exportado petróleo venezolano”, dijeron funcionarios estadounidenses a Reuters.
El jefe de la Diplomacia venezolana denunció además que las nuevas y evidentes intenciones de Washington para estrangular la economía venezolana se producen en plena crisis sanitaria provocada por el brote del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19. “Lo hacen en plena pandemia. Un ataque contra tod@s l@s venezolan@s”, sentenció.
La República Bolivariana es uno de los diversos países agredidos de manera constante y sistemática, por la Administración estadounidense, que en línea con sus políticas imperiales pretende desconocer la voluntad y soberanía de los venezolanos, incitando a un golpe de Estado para derrocar al Gobierno legítimo del presidente Nicolás Maduro.
En un intento fallido para materializar su plan, Washington ha recurrido a diversas medidas coercitivas, que van desde el robo y la venta ilegal de Citgo, filial de la estatal Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA) en EE.UU., el bloqueo y congelamiento de fondos de la nación, hasta la complicidad en ataques terroristas y golpistas.
Las autoridades venezolanas tachan las sanciones unilaterales de EE.UU. de un crimen de lesa humanidad directa contra su pueblo. Asimismo, reprueban que el “terrorismo económico” de Washington obstaculiza la lucha del país caribeño contra el nuevo coronavirus, poniendo en peligro la vida de millones de personas.