China tomó nota de las declaraciones hechas por el primer ministro japonés Shinzo Abe sobre Hong Kong. Pekín recuerda que ningún país tiene derecho a intervenir en los asuntos internos de China, dijo el miércoles la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Hua Chunying.
Anteriormente, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, dijo que Tokio quiere asumir el papel de liderazgo de los países del G-7 para adoptar una declaración conjunta sobre Hong Kong.
«Llamamos la atención sobre los informes relevantes y expresamos al lado japonés nuestra seria preocupación (en relación con las declaraciones de Abe)«, dijo el diplomático.
Según ella, «la decisión de la Asamblea Nacional Popular sobre la creación de un sistema legal y mecanismos de aplicación para garantizar la seguridad nacional en Hong Kong es exclusivamente un asunto interno de China, ni un solo estado extranjero tiene derecho a intervenir».
«Los países relevantes deben cumplir con el derecho internacional y las normas básicas de las relaciones internacionales», dijo.
La declaración de Abe se produjo en medio del empeoramiento de las relaciones entre Estados Unidos y China sobre la redacción del proyecto de ley de seguridad nacional de Hong Kong, que Washington cree que tiene como objetivo eliminar su alta autonomía. El presidente Donald Trump ya ha amenazado con aplicar sanciones y revocar el estatus especial de Hong Kong. China rechazó cualquier crítica y declaró que los asuntos de Hong Kong eran exclusivamente asuntos internos.
Los diputados de la Asamblea Nacional Popular de China aprobaron el 28 de mayo la «Decisión sobre el establecimiento y la mejora del sistema legal y los mecanismos de aplicación para garantizar la seguridad nacional en la región administrativa especial de Hong Kong». La resolución delega en el Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional el desarrollo de un proyecto de ley de seguridad nacional específicamente para Hong Kong.
Un proyecto de ley diseñado específicamente para Hong Kong incluirá la prohibición de actividades subversivas y separatistas. Implica una prohibición de todas las formas de incitación destinadas a derrocar al gobierno central, así como el terrorismo y la interferencia externa.