La embajada rusa en Praga está profundamente decepcionada por la decisión del gobierno checo de expulsar a dos empleados de la misión diplomática rusa en el país, considerándolo como una provocación inventada. La embajada publicó una declaración correspondiente en Facebook el viernes.
«Esta es una provocación inventada. Este paso hostil que se basó desde el principio en acusaciones infundadas de los medios de comunicación muestra que Praga no desea normalizar las relaciones ruso-checas que se han deteriorado recientemente sin culpa nuestra», dijo la embajada. «Estamos profundamente decepcionados por este enfoque de nuestros socios checos que dejan cada vez menos espacio para un diálogo constructivo», agregaron los diplomáticos.
El primer ministro checo, Andrej Babis, dijo en Praga el viernes que dos empleados de la embajada rusa en la República Checa habían sido declarados personae non gratae.
Los medios de comunicación checos informaron anteriormente, citando fuentes de los servicios especiales checos, que a principios de abril, supuestamente un ciudadano ruso con un pasaporte diplomático habría llegado a Praga cargando con ricina, una toxina muy potente. El hombre supuestamente se dirigió a la embajada rusa con el veneno que podría apuntar a varios políticos municipales checos.
El ministro de Relaciones Exteriores checo, Tomas Petricek, declaró que el Ministerio de Relaciones Exteriores había tratado de resolver el problema discretamente por medios diplomáticos, sin embargo, sus intentos fracasaron. Hizo hincapié en que Praga no tenía otra opción que declarar a dos diplomáticos rusos personae non gratae. El gobierno checo comprende que es probable que Rusia brinde una respuesta reciproca, admitió Petricek.