El canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, celebra la acción del Banco de España al transferir los recursos venezolanos retenidos que ahora servirán de respaldo ante la pandemia por el nuevo brote de coronavirus.
La ministra de Asuntos Exteriores de la Unión Europea y Cooperación de España, Arancha González, anunció este jueves la transferencia de recursos venezolanos retenidos en el Banco de España a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para atender las necesidades sanitarias generadas por la Covid-19.
El traspaso de los recursos venezolanos responde a los acuerdos firmados entre la entidad financiera española, el Banco Central de Venezuela y el Ministerio de Salud venezolano, acompañado del reciente acuerdo suscrito con asesores de un sector de la oposición venezolana junto a la OPS, según lo señala el Ministerio de Asuntos Exteriores de Venezuela.
La información fue publicada este jueves por la funcionaria europea a través de su cuenta en la red social Twitter, donde aseguró que «España ha transferido a la OPS los recursos venezolanos congelados en nuestro país para ayudar a paliar los efectos de la pandemia en Venezuela.»
Por su parte, el titular de Exteriores venezolano celebró a través del mismo medio la acción de la entidad europea anunciando que ha sido un «mecanismo efectivo entre el Banco Central de Venezuela, el Banco de España y la buena disposición de la OPS, bajo la coordinación de ambas cancillerías».
Arreaza enfatizó que esta acción es para «garantizar el patrimonio de los venezolanos para la atención integral del #Covid_19».
Los recursos de Venezuela retenidos en el exterior responden a las acciones unilaterales y coercitivas aplicadas por el Gobierno de Estados Unidos en acuerdos con parte de la banca internacional para restringir la economía venezolana, como lo han denunciado constantemente ante la comunidad internacional las autoridades del país caribeño.
El registro de estas acciones se encuentran ya introducidas en la Corte Penal Internacional y están actualmente bajo investigación, pues las pruebas señalan que representan un crimen de lesa humanidad y que violan el derecho internacional.
Las restricciones comerciales y financieras desplegadas contra Venezuela y varios de sus funcionarios han intentado coartar la entrada de recursos al país, causando grandes impactos en la economía nacional.
Pese a estas estrategias coercitivas, Venezuela ha logrado mantener las cifras de la enfermedad a bajos índices al registrar tan solo 20 fallecidos, 2.087 contagiados y 358 recuperados desde el inicio del brote en el país.