El sistema de salud estadounidense, considerado uno de los mejores del mundo, no pudo resistir la propagación de la infección por coronavirus. Los autores de la edición estadounidense de The New York Times afirman un hecho decepcionante.
Según los analistas, el resultado fue predeterminado en febrero, cuando muchos estadounidenses regresaron a sus hogares desde China. Las autoridades trataron de enviar a los turistas al aislamiento, pero no resiultó nada. Los datos sobre llegadas fueron recopilados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Posteriormente, resultó que esta información era incompleta e inexacta, razón por la cual no se encontraron la mayoría de los posibles portadores del coronavirus.
«Fue una locura», dijo Sharon Balter, jefe del Departamento de Salud del Condado de Los Ángeles.
Muchos escépticos quedaron desagradablemente sorprendidos por la falla del sistema, como resultado de lo cual se derrumbó la confianza pública en los Centros. La epidemia en su totalidad mostró todas las deficiencias de la atención médica estadounidense, incluida la tecnología obsoleta y las fallas en el sistema de informes.
El New York Times escribe que se suponía que los Centros liderarían la lucha contra las pandemias, pero en realidad su gestión fue lenta e indecisa. Como resultado, la agencia «cometió errores que minaron la reacción de Estados Unidos».
Estados Unidos es el líder en el número de casos de infección por coronavirus (1,8 millones) y en el número de víctimas de COVID-19 (106 mil).