Washington declara a Beijing enemigo número uno

La administración Trump está poniendo barreras al comercio exterior y la inversión chinos en un intento por socavar la confianza del pueblo chino en su liderazgo al presentar declaraciones rimbombantes, como las recientes afirmaciones hechas por el secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, quien dijo que el Partido Comunista de China tiene como objetivo “destruir las democracias occidentales y poner fin a los valores democráticos”, señala Nezavisimaya Gazeta en su análisis de las recientes medidas de política exterior de Estados Unidos. Washington supuestamente ha logrado socavar la opinión pública en Hong Kong y algunas partes de China continental, “donde se están produciendo protestas masivas”, afirma el periódico, sin embargo, agrega que el poderoso sistema de “represión” del Partido Comunista Chino permite a Beijing suprimir la disidencia y cavar en sus talones para traer la situación política bajo control.

Nezavisimaya Gazeta preguntó a Andrey Karneev, quien dirige el Departamento de Estudios Asiáticos de la Escuela Superior de Economía, si el liderazgo del Partido Comunista de China realmente tiene como objetivo “invadir los valores democráticos” de Occidente. El experto señaló que si bien hay algunos nacionalistas radicales en China que apoyan este curso de acción, representan una minoría dentro del partido.

«La posición del gobierno se refleja en sus declaraciones oficiales, que señalan que China no desea socavar el orden mundial existente. Por el contrario, se esfuerza por garantizar que las reglas de comunicación internacional sean cultivadas no solo por los estados desarrollados, el G7 o otro grupo de estados, pero también que la voz de China como uno de los países en desarrollo debe tenerse en cuenta en este proceso. El rumbo de China se puede determinar a partir del discurso del presidente chino Xi Jinping en el Foro Económico de Davos en el 2017 donde habló en apoyo de la globalización y el libre comercio. En aquel entonces, muchos expertos notaron el contraste entre el enfoque de los Estados Unidos que eligió el camino del proteccionismo y el enfoque de China, que apoya el orden mundial actual. La postura de China es fácil de explicar, ya que fue el principal beneficiario de la globalización».

Karneev concluyó que a la luz de estos hechos, es poco probable que Beijing intente activamente destruir los “valores occidentales”. Nezavisimaya Gazeta sugiere que Estados Unidos no tiene como objetivo proteger sus ideales democráticos. En cambio, espera evitar que China se convierta en un líder mundial en el ámbito de la alta tecnología, convirtiéndose en un poder militar y económico global comparable a los Estados Unidos..

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