Donald Trump insta a Vladimir Putin a discutir el “destino de China”

La administración Trump está sentando las bases para la cumbre anual del G7, que será la más impredecible de su historia. Debido a la pandemia, la cumbre se pospuso hasta septiembre, y aún no está claro si sus miembros podrán reunirse con toda su fuerza. Sin embargo, lo más intrigante fue una propuesta para discutir el «destino de China», invitando a varios estados no pertenecientes al G7, incluida Rusia, expulsada ​​del club en el 2014. Según Kommersant, a pesar del gesto conciliador de Trump, la participación de Moscú en la cumbre es poco probable, dado el enfoque anti-chino de la iniciativa de Washington. Sin embargo, los expertos entrevistados por el periódico no descartan que si Trump es reelegido, Rusia podría convertirse en un intermediario entre Estados Unidos y China.

El presidente del Comité de Asuntos Internacionales del Consejo de la Federación, Konstantin Kosachev, reaccionó primero a las declaraciones de Trump, diciendo que la propuesta de la Casa Blanca necesitaba aclaración. Según él, a pesar de la voluntad de comunicarse en todos los formatos, Moscú no está satisfecho con el papel de observador, y sería posible reanudar la interacción dentro del G7 si todos los participantes son iguales y tienen las mismas oportunidades para influir en las decisiones.

Mientras tanto, los expertos entrevistados por Kommersant creen que es poco probable que Rusia participe en la cumbre del G7. Vladimir Batyuk, investigador del Instituto de Estudios de EE.UU. y Canadá de la Academia de CInecias de Rusia, dijo a Kommersant que Moscú tendría buenas razones para rechazar la invitación de Trump. «Primero, esta propuesta no significa restaurar el estatus de Rusia como miembro de pleno derecho del G8.

Aceptar tal invitación sería demostrar la voluntad de sufrir cualquier tipo de humillación, solo para poder contactar a los líderes occidentales. En segundo lugar, Beijing despreciaría cualquier aceptación de esta propuesta. En el contexto de la nueva Guerra Fría entre Estados Unidos y China, los líderes chinos percibirían esta cumbre como una conspiración anti-china con Moscú, sin importar las declaraciones que el líder ruso haga públicamente», dijo el experto.

El director general del Consejo de Relaciones Exteriores de Rusia, Andrey Kortunov, dijo a Kommersant que este es un intento de alejar a Rusia de China. «Sin embargo, es inapropiado incluso hablar de una negociación hipotética entre Moscú y Washington en torno a China, dado que Donald Trump solo está esperando los pasos de Rusia, pero no puede ofrecer nada a cambio, ni en Ucrania, ni en Siria, ni en otras áreas», señaló.

Sin embargo, según el experto, si Trump fue reelegido para un segundo mandato, «bajo ciertas circunstancias, Moscú podría convertirse en un intermediario entre Washington y Beijing«.

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