El depuesto presidente de Bolivia, Evo Morales, exiliado en Argentina, censura al gobierno ‘de facto’ de Jeanine Áñez por combatir el coronavirus con tanques.
“La pandemia no se combate con tanques de guerra, ni fusiles ni gases, sino con la presencia activa del Estado”, declaró Morales en una entrevista con el diario mexicano La Jornada, publicada este domingo.
Tras enfatizar que, ante la gravedad de la situación social, se necesitan alimentos de forma urgente y un control sanitario, el líder del Movimiento al Socialismo (MAS) advirtió que han llegado “tres tanques de guerra a La Paz (capital administrativa de Bolivia)”, que se sumarían a los 10 llegados desde Tapalcá y Coro Coro.
Áñez compra gases antidisturbios en vez de atender coronavirus
Morales recordó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó para Bolivia una cuarentena rígida, pero Áñez no la aplicó y la situación de las familias más humildes se agrava por la ausencia del Estado, lo que puede empeorar para algunas regiones debido a la rapidez con la que se propaga el nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.
Asimismo, dijo que los médicos cubanos habían ido a Bolivia a ayudar a cambio de nada. “No pidieron nada, estaban haciendo un trabajo muy importante, no vinieron a privatizar nada, sino a ayudar en un proyecto de salud para el pueblo”, defendió.
Morales insistió en que “la salud no es un negocio” y que las industrias de medicamentos en el mundo no deberían estar en manos privadas. “Todo el mundo debería entender que la salud es un derecho humano. La vida no puede ser una mercancía y no se puede terminar con un sistema de salud público y tratar de regresar a un sistema de salud privatizado”.
En otra parte de sus declaraciones, el líder indígena señaló que la actual situación que vive el mundo por el nuevo coronavirus es una “guerra biológica”.
“Esto no es una pandemia, sino una guerra biológica y económica”, apuntó tras indicar que, hace años, varias organizaciones internacionales, especialmente el Fondo Monetario Internacional (FMI), establecían que en la política hacia el Nuevo Orden Mundial era necesaria una planificación para la reducción de la población.
En este punto, Morales cuestionó cuál es la población innecesaria. “¿Son los humildes, los de la tercera edad, los discapacitados, los pobres, todos son para ellos innecesarios?”, criticó.
En medio de la crisis sanitaria provocada por la COVID-19, que ha contagiado a más de 9592 personas en el país andino y dejado más de 310 muertos, abundan las críticas por la mala gerencia de la misma del gobierno de facto de Áñez.