El canciller ruso, Serguéi Lavrov, subraya que la pandemia de la COVID-19 ha puesto de manifiesto la deficiencia del ultraliberalismo como modelo de desarrollo.
“La pandemia una vez más ha refutado el mito arraigado en Occidente sobre ‘el final de la historia’ y la marcha triunfante del modelo de desarrollo ultraliberal, basado en los principios del individualismo y la creencia en que todos los problemas se pueden resolver solo con métodos de mercado”, ha escrito el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia en un artículo para el periódico chino Global Times.
Lavrov ha destacado que, durante la pandemia, los que muestran mayor resistencia son los países autosuficientes con mecanismos de movilización bien ajustados e intereses nacionales claramente definidos. Mientras que otros que emprendieron el camino de erosión de la independencia y renunciaron de manera negligente a una parte de su soberanía, perdieron, ha indicado.
Asimismo, ha asegurado que los principales actores en la escena internacional siguen siendo los Estados con sus intereses nacionales. “Eso no significa y no predetermina una vida en constante rivalidad y división. En cambio, eso debe dirigir hacia acumulación de numerosos potenciales singulares, su consolidación para poder conseguir una solución eficaz de los problemas clave de la actualidad”, ha enfatizado.
Lavrov también se ha referido al impacto económico producido por la COVID-19 y lo ha calificado de una verdadera conmoción a la economía mundial, si bien, ha considerado necesario el apoyo de todos para que la economía pueda pasar la crisis y luego garantizar su recuperación progresiva.
Asimismo, ha instado a “impedir que el desastre económico dañe la cooperación internacional, profundice el déficit de la confianza y desate nuevas espirales de conflictos en los asuntos internacionales”.
El nuevo coronavirus, detectado por primera vez en la ciudad china de Wuhan, se ha propagado por todo el mundo, cobrándose hasta el momento la vida de 357 432 personas a nivel global.
La pandemia llevó a la economía mundial a una nueva recesión, lo que ha generado graves problemas en varios países debido a que las normas de confinamiento, por ejemplo, ha dejado a millones de personas sin trabajo. Ante tal situación, algunos Gobiernos intentan reiniciar sus actividades económicas, pese a advertencias de expertos de que la medida incrementará los casos de la enfermedad.