A principios de esta semana, la Fuerza Aérea de Turquía estableció un llamado «puente aéreo» de Estambul a Libia. Los aviones militares y de transporte realizan varios vuelos por día a aeródromos controlados por el «Gobierno de Acuerdo Nacional” (“GAN”). Las fuerzas leales han declarado planes para lanzar una nueva ofensiva a gran escala contra el ejército de Khalifa Haftar el miércoles. El mariscal de campo está respaldado por los Emiratos Árabes Unidos y Egipto, que también impulsaron los vuelos de transporte aéreo a Libia. Los expertos creen que los nuevos suministros de armas a las partes en conflicto desencadenarán feroces combates en los próximos días, escribe Izvestia.
«Turquía aún decidió aumentar sus apuestas y llegar hasta el final», dijo al periódico el experto militar Vladislav Shurygin. La mayoría de los vuelos con ayuda militar se dirigen a Misrata, que no está al alcance del fuego de artillería del Ejército Nacional de Libia. La aviación de Haftar en mayo había atacado la base aérea varias veces, pero ahora las fragatas turcas están de servicio cerca de ella, creando un llamado «paraguas» de defensa aérea. Entonces, los aviones y los drones pueden actuar libremente. El especialista militar no tiene dudas de que el “GAN” cumplirá sus promesas y lanzará una nueva ofensiva contra el aparente debilitado ejército de Haftar en los próximos días.
La interferencia armada directa de Turquía en el conflicto cambió el equilibrio de poder, resultando en dolorosas derrotas para el ENL. «Ahora, Haftar no solo ha perdido las ganancias territoriales del año pasado, sino que también continúa retrocediendo. El mariscal de campo puede haber tratado de alcanzar un alto el fuego, pero el “GAN” está tratando de no perder su oportunidad y destruir completamente al enemigo», dijo el historiador militar Dimitri Boltenkov.