En las últimas horas se registraron un total de 718 fallecidos, la gran mayoría de ellos en la capital, donde la ocupación hospitalaria se aproxima al 94 por ciento.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, reconoció este domingo que el sistema de salud del país «está al límite», además de calificarlo como muy demandado y muy estresado ante la situación que vive la nación por el coronavirus.
«Estamos muy conscientes de que el sistema de salud está muy exigido. Ayer, escuchaba a algunos especialistas que decían que estamos muy cerca del límite. Es verdad, estamos muy cerca del límite», resaltó el mandatario.
Piñera argumentó que esta situación se debe a que «hemos tenido un incremento muy grande de las necesidades y las demandas de los enfermos por atención médica y especialmente en materia de camas de tratamiento intensivo y el de ventiladores intrusivos (respiradores)».
Por su parte, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, expresó que el sistema se encuentra «extraordinariamente exigido», al tiempo que calificó como muy delicada la situación en la región Metropolitana.
Sobre la apertura del país, el mandatario expresó que «igual como nos empezamos a preparar temprano (para frenar el coronavirus), también tenemos que prepararnos temprano para cuando llegue el retorno seguro. No podemos tener a todo nuestro país en cuarentena de forma permanente».
Aunque el mandatario chileno hizo referencia a una preparación temprana, su Gobierno se negó a decretar una cuarentena total desde el inicio de la pandemia, al contrario, Piñera defendió las cuarentenas «selectivas y estratégicas», mientras el número de contagios seguía aumentando.
La política del mandatario chileno en medio de la pandemia ha estado determinada por la protección de la economía, de hecho, a finales de abril comenzó a considerar el retorno de la normalidad, sin embargo, el número de contagios lo obligó a retrasar su intención.