El primer ministro israelí y líder del partido Likud, Benjamin Netanyahu, confirmó el lunes que el estado judío tiene la intención de comenzar a anexar partes de Cisjordania en julio de 2020, de conformidad con un acuerdo de coalición firmado con el líder de Kahol Lavan (azul y blanco en idioma hebreo), Benny Gantz. La declaración correspondiente fue hecha por el jefe del gabinete durante una reunión de la facción parlamentaria del Likud en la Knéset (parlamento).
«Con respecto a la propagación de la soberanía (en Cisjordania), tenemos una fecha acordada, julio, y no tenemos la intención de cambiarla», dijo Netanyahu, citado por Radio Kan. Señaló que esta es una «oportunidad histórica» que ofrece el plan de paz del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y que no se debe «perder».
El 17 de mayo, antes de la ceremonia de juramentación del 35º gobierno israelí formado por Netanyahu después de las elecciones del 2 de marzo, el primer ministro expresó la opinión de que era hora de anexar los asentamientos judíos en Cisjordania y el Valle del Jordán. El nuevo gabinete del estado judío se forma sobre la base de un acuerdo de coalición entre Likud y Kahol-Lavan. El documento aprobado por la Knesset permite al jefe de gobierno comenzar a tomar medidas para extender la soberanía a partes de Cisjordania de acuerdo con el plan de Trump después del 1 de julio de 2020.
El 19 de mayo, el presidente palestino Mahmoud Abbas, en respuesta a las declaraciones de Netanyahu, anunció la terminación de todos los acuerdos con Israel y Estados Unidos. Agregó que Israel debería ser responsable de los intentos de anexar los territorios palestinos ocupados. En diciembre del 2016, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó la resolución 2334, exigiendo el fin de las actividades de asentamiento israelíes en los territorios ocupados. Israel luego se negó a cumplir con las disposiciones de este documento.
El 21 de mayo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia expresó su preocupación porque las acciones de Israel «podrían provocar una peligrosa ronda de violencia en los territorios palestinos» y «desestabilizar la situación en la región del Medio Oriente». El Ministerio de Relaciones Exteriores reafirmó la posición de principios de Rusia en apoyo de una solución integral y sostenible del conflicto israelí-palestino sobre la base del principio de dos estados dentro del marco legal internacional existente y pidió a las partes que se abstengan de cualquier paso que pueda provocar una nueva escalada peligrosa en la región y evitar la creación de condiciones para la reanudación de las negociaciones directas israelí-palestinas.