Las autoridades de los Estados Unidos discutieron si llevar a cabo su primera explosión de prueba nuclear desde 1992, informó el viernes el Washington Post citando fuentes.
Según el periódico, «el asunto surgió en una reunión de altos funcionarios que representan a las principales agencias de seguridad nacional el viernes pasado».
«La reunión no concluyó con ningún acuerdo para realizar una prueba, pero un alto funcionario de la administración dijo que la propuesta es en gran medida una conversación en curso. Sin embargo, otra persona familiarizada con la reunión dijo que finalmente se tomó la decisión de tomar otras medidas en respuesta a las amenazas planteadas por Rusia y China y evitar la reanudación de las pruebas», informó el periódico.
El Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca declinó hacer comentarios, subrayó el periódico.
La publicación citó a un alto funcionario de la administración, quien dijo que «demostrar a Moscú y Pekín que Estados Unidos podría «hacer una prueba rápida» y ser útil desde el punto de vista de la negociación, ya que Washington busca un acuerdo trilateral para regular los arsenales de las mayores potencias nucleares».
El periódico señaló que durante la reunión, surgieron serios desacuerdos sobre la idea de realizar una prueba nuclear. Según el Washington Post, los defensores de la no proliferación nuclear creen que la reanudación de las pruebas nucleares podría tener consecuencias desestabilizadoras.
«Sería una invitación para que otros países con armas nucleares sigan su ejemplo», dijo Daryl Kimball, director ejecutivo de la Asociación de Control de Armas, según lo citado por el periódico.
«También interrumpiría las negociaciones con el líder de la RPDC, Kim Jong Un, quien tal vez ya no se sienta obligado a honrar su moratoria en las pruebas nucleares», agregó Kimball.