La decisión de retirarse del Tratado de Cielos Abiertos se tomó después de una larga evaluación del acuerdo, durante el cual Washington «consultó con sus aliados”, dijo a los periodistas el jueves el subsecretario de Estado de Seguridad Internacional y No Proliferación, Christopher Ford, durante una conferencia telefónica, cuya transcripción fue publicada por el servicio de prensa del Departamento de Estado.
«Esta [decisión] es la culminación de una revisión de varios meses, creo que varios meses, alrededor de las ocho o algo así, que incluyó [contactos] cercanos y continuas discusiones y consultas con nuestros aliados y socios en el Tratado de Cielos Abiertos. Solicitamos reiteradamente sus opiniones <… >, incluso en forma de cuestionario escrito, que les enviamos para asegurarnos de que se planteó la gama más completa de problemas», dijo Ford.
«Les puedo asegurar que no dudaron en brindarnos sus ideas, y estamos muy agradecidos por el tiempo y el esfuerzo que tantos de ellos han pasado compartiendo sus pensamientos con nosotros durante estas consultas», agregó el subsecretario de Estado.