El ex presidente ucraniano Petro Poroshenko dijo que el audio filtrado de sus conversaciones con Joe Biden fue «fabricado» por los enemigos, insinuando que la oficina del presidente actual podría haber jugado un papel.
Esta semana surgió una serie de grabaciones de audio de Poroshenko hablando con varios funcionarios de la administración de Barack Obama, incluida una conversación servil con el entonces vicepresidente Biden. El ex presidente descartó las grabaciones como parte de una «operación especial a gran escala» lanzada por una «quinta columna» pro-rusa que busca destruir las relaciones de Kiev con sus aliados en Washington.
“Joe Biden es un amigo y aliado de Ucrania. Deberíamos estar agradecidos con Biden por su papel como vicepresidente de la administración Obama «, dijo Poroshenko en un comunicado publicado por su partido, Solidaridad Europea.
Los archivos de audio fueron publicados por el legislador ucraniano Andrii Derkach, quien también los entregó a la Oficina del Fiscal General. Según los medios ucranianos, los fiscales iniciaron una investigación contra Poroshenko, sospechoso de alta traición y abuso de poder.
Muestran que el ex presidente literalmente recibió órdenes de Washington, incluso de Biden personalmente, específicamente en el caso de despedir al principal fiscal ucraniano Viktor Shokin, quien investigó a la compañía de gas Burisma donde el hijo de Biden, Hunter, era miembro de la junta.
Poroshenko no negó que la voz en las grabaciones fuera suya, o que dijera alguna de las cosas que estaban grabadas, pero en repetidas ocasiones argumentó que las grabaciones fueron «fabricadas». Argumentó que la administración del actual presidente, Volodymir Zelensky, podría haber entregado «materias primas» a periodistas de investigación que eventualmente filtraron las grabaciones a Derkach.
Continuó diciendo que todo esto se hizo para socavar el apoyo bipartidista a Ucrania en los Estados Unidos y debilitar a Kiev en su enfrentamiento con Rusia, culpando a los «provocadores pro-Rusia» por la filtración y acusando previsiblemente a Moscú de ser el beneficiario final de este » esquema.
Further pointing fingers, the billionaire candy tycoon named oligarch Igor Kolomoysky – his former ally – as one of the “major sponsors” of the alleged “disinformation campaign.”
Kolomoysky is widely seen in Ukraine as the gray eminence behind Zelensky – a former film and TV comedic actor. He once enjoyed Poroshenko’s support and was appointed governor of the Dnepropetrovsk region, going on to spend a fortune on his private militia and ultranationalist volunteer battalions that fought against the self-proclaimed republics of Donetsk and Lugansk in the east.
However, Kolomoysky has since drastically changed his political course, backing Zelensky’s landslide victory over Poroshenko in 2019 and describing an alliance between Kiev and Moscow as the only option for Ukraine.
Poroshenko, meanwhile, vowed to “engage all his contacts, including those in America, both among Republicans and Democrats” to prevent any forces from undermining what he called a “strategic alliance” between Kiev and Washington.