Después de que los líderes políticos de Afganistán firmaron un acuerdo largamente esperado sobre la separación de poderes, la comunidad internacional pidió a Kabul que se acercara a los talibanes (ilegalizados en Rusia). Las partes en el conflicto armado deben completar un intercambio de prisioneros anticipado para tener la oportunidad de pasar a la siguiente etapa de reconciliación, que es el diálogo directo sobre el futuro del país. Sin embargo, el ritmo actual del proceso de paz deja algunas dudas de que Kabul y los talibanes comenzarán las conversaciones, informó Nezavisimaya Gazeta.
«Ahora, cuando el Dr. Abdullah se haya convertido en parte del gobierno, las conversaciones inter-afganas dependerán de sus relaciones con Ghani», dijo al periódico Omar Nessar, investigador principal del Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Ciencias de Rusia. «Pero las conversaciones interafganas serán vistas en Kabul como una amenaza para el gabinete de ministros en funciones y no se espera que Abdullah haga grandes esfuerzos para lanzarlas. La situación podría cambiar en caso de que los talibanes acuerden un alto el fuego al comienzo del diálogo». El analista recuerda que los talibanes todavía ven a Abdullah como un político de la oposición.
La demora en iniciar el diálogo directo entre las partes en conflicto se está volviendo más peligrosa a medida que el contingente extranjero abandona el territorio de la República Islámica, que sirvió como elemento de restricción, escribe el periódico.
El diálogo directo no puede comenzar sin completar el intercambio de prisioneros, que se ha puesto en espera. Kabul se negó anteriormente a continuar el proceso hasta que los talibanes liberen al menos 200 soldados afganos.