El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo al parlamento del país el 17 de mayo que había llegado el momento de extender la soberanía nacional a los territorios palestinos en el valle del Jordán, el lugar histórico del lugar donde había emergido el pueblo judío. Rusia está pidiendo a Israel que evite que las tensiones regionales aumenten, escribió Izvestia.
Según Sergey Melkonyan, del Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Ciencias de Rusia, la decisión de Netanyahu de anexar el Valle del Jordán no es un intento de desviar la atención del público de su próximo juicio y las consecuencias económicas de la pandemia de coronavirus. El primer ministro ha asegurado el apoyo del gobierno de coalición en el asunto y no enfrentará ningún problema en lo que respecta a los legisladores, señaló el experto.
Rusia no ve otra alternativa para resolver el problema de Medio Oriente que no sea a través de medios políticos y ha instado a israelíes y palestinos a volver a la mesa de negociaciones, dijo el presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Consejo de la Federación, Konstantin Kosachev. Moscú no apoyará los planes de la UE de imponer sanciones a Israel por la toma de territorios palestinos. Solo el Consejo de Seguridad de la ONU tiene derecho a introducir restricciones, señaló el senador.
La declaración del primer ministro israelí provocó una vigorosa respuesta internacional. El rey Abdullah II de Jordania advirtió en una entrevista con Der Spiegel de Alemania que si Israel se anexiona parte del Valle del Jordán, podría estallar un conflicto a gran escala.
Sin embargo, es poco probable que se produzca un conflicto armado con Israel, dijo el Jefe del Centro del Instituto de Estudios Estratégicos de Rusia para el Cercano y Medio Oriente, Vladimir Fitin. «Los países árabes y otros países musulmanes no irán más allá de las condenas y no habrá conflicto armado directo porque nadie se beneficiará de él», explicó el experto.
Según Fitin, es poco probable que los países de la Unión Europea acuerden sanciones contra Israel porque tales decisiones se toman por consenso y las naciones de Europa del Este como la República Checa, Hungría y Rumania tienen una actitud más amigable hacia Israel y no apoyarán medidas tan duras. Además, la UE también se enfrentará a la presión de Estados Unidos, el principal aliado de Israel en el escenario internacional.