Hace 317 años, Pedro I emitió un decreto en el que el rey ordenó la construcción de seis barcos de 18 cañones para comenzar la construcción en el lago Ladoga. Así, se sentaron las bases para la Flota del Báltico. La base principal de la flota se encontraba en Kronstadt.
La Flota del Báltico hoy es una agrupación varietal equilibrada de fuerzas y tropas, que incorpora fuerzas de superficie y submarinas, fuerzas de aviación y defensa aérea, el cuerpo del ejército, así como unidades logísticas. La situación geopolítica en el mundo durante más de tres siglos ha confirmado que la existencia de la Flota del Báltico es una necesidad objetiva e históricamente justificada, una de las condiciones indispensables para la seguridad de Rusia en la dirección occidental.
Hoy, todas las unidades de la Flota del Báltico están en constante preparación para el combate y son capaces de completar su misión lo antes posible.
En las cadenas marítimas, los buques y embarcaciones de la Flota del Báltico proporcionan constantemente pruebas de nuevos tipos de armas y equipos militares para la flota rusa.
Aquí se ha creado una poderosa base de construcción naval que permite el lanzamiento de los barcos y embarcaciones auxiliares más modernos.